Marruecos congela la discusión de pesca y espera una decisión política
Las delegaciones de la Unión Europea y de Marruecos, que han discutido durante dos días en Rabat de la posibilidad o no de reanudar el acuerdo pesquero entre el reino magrebí y la UE, se despidieron ayer sin llegar a ningún acercamiento de posiciones. Ambas delegaciones se han comprometido a realizar nuevas consultas a sus responsables políticos. El ministro de Agricultura español, Miguel Arias Cañete, dijo ayer que no se pueden mantener las ayudas en un marco de negociación indefinida.
El responsable de la agricultura española dijo ayer en el Congreso que si no se consigue un acuerdo con Marruecos antes de fin de año "no hay posibilidad jurídica de mantener el actual sistema de ayudas a armadores y pescadores en un marco de negociación indefinida y solo cabe la reconversión", informa Efe.La fecha de la próxima ronda, prevista en principio para la semana próxima, ha quedado en suspenso. El jefe de la delegacion comunitaria, Stefen Smidt, confesó: "No hemos llegado a avances reales" [en las negociaciones], y añadió que la parte europea se siente "decepcionada" ante la cerrazón marroquí. "Marruecos ha mostrado una posición inflexible", declaró Smidt. Posición al parecer defendida con orgullo por el propio jefe de la delegación marroquí, Ghamni Tijani, secretario general del Ministerio de Pesca, que reconoció que la parte marroquí "ha permanecido muy firme en los principios".
Las divergencias entre Marruecos y la Unión Europea se extienden prácticamente al conjunto de capítulos del hipotético acuerdo. Bruselas pide un acuerdo por cinco años, Rabat ofrece tan sólo dos. Bruselas aceptaría reducciones escalonadas de la flota comunitaria, Rabat quiere un recorte drástico e inmediato del 75% de la misma, al permitir sólo un 10% de presencia de cefalopoderos y un 50% de pelágicos.
Bruselas aceptaría aumentar la cuota de marineros marroquíes en barcos comunitarios, y Rabat exige la mitad de la dotación. En fin, Bruselas aceptaría algún desembarco de capturas en puertos marroquíes, salvo en el pescado y marisco fresco, porque su valor en el mercado se desplomaría, y Rabat exige el desembarco de todas las capturas en puertos de su litoral. A pesar de los esfuerzos conciliadores de la delegación europea, los marroquíes se atienen firmemente a su pliego de condiciones presentado el 30 de octubre pasado.
Ultimátum a Marruecos
El director general de Pesca español, Samuel Juárez, que ha participado en la delegación negociadora europea, declaró al término de las dos jornadas celebradas en Rabat: "De aquí a finales de la semana que viene se va abrir un periodo de reflexión para que la parte marroquí manifieste de una forma más concluyente si desea avanzar en el sentido de la oferta comunitaria, o si definitivamente se aferra a una posición que entendemos no es de negociación". Samuel Juárez, que calificó la propuesta marroquí de "totalmente desequilibrada", lanzó en cierto modo un ultimátum a sus interlocutores marroquíes.Según fuentes cercanas a la delegación comunitaria, el nuevo "periodo de reflexión" que se han dado los marroquíes significa que la decisión de continuar o no las negociaciones se va a trasladar de nuevo "a las instancias políticas dirigentes", es decir, al Gobierno presidido por el socialista Abderraman Yussufi y al Palacio Real.El resultado negativo de esta última ronda de discusiones augura una continuidad pesimista para las negociaciones pesqueras entre Marruecos y la Unión Europea.
