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Juan Luis Iborra estrena en Lanzarote el melodrama rural 'Tiempos de azúcar'

30 películas se proyectan en los segundos encuentros de cine español

Rocío García

El realizador alicantino Juan Luis Iborra estrenó ayer en Lanzarote Tiempos de azúcar, un melodrama situado en el mundo rural. Este filme, protagonizado por Carlos Fuentes, María Adánez y Elisa Matilla, inauguró la segunda edición de los encuentros de cine español que se celebran desde ayer en la isla canaria y cuyo objetivo es dar a conocer y vender las películas españolas al extranjero.

A sus 42 años y después de mucho tiempo de rondarle la idea, Juan Luis Iborra, un guionista que ha estado detrás de grandes éxitos de nuestra cinematografía (El amor perjudica seriamente la salud, Boca a boca o Todos los hombres sois iguales), se ha decidido a ahondar en sus recuerdos infantiles y experiencias vividas en Alfaz del Pi, donde nació. Él fue pastelero como el protagonista de Tiempos de azúcar, su tercer filme como realizador pero el primero en solitario -los anteriores, Kilómetro cero y Amor de hombre, los codirigió junto a Yolanda García Serrano-. Su madre, propietaria de un obrador, sigue levantándose a las 7 de la mañana para hacer magdalenas, como la madre del protagonista. Pero Iborra abandonó su dulce profesión a los 19 años cuando se vino a Madrid, todo lo contrario al joven de su película, que lleva hasta el final de su vida ese amor por los pasteles y esa manera de relacionarse sentimentalmente a través de los dulces.Tiempos de azúcar, que se estrena en las salas comerciales a finales del próximo mes de enero, es la historia de un amor imposible a lo largo de 40 años. Dos grandes pasiones marcan la vida de Miguel (Carlos Fuentes): su dedicación a la elaboración de pasteles y dulces y su amor por Ángela (María Adánez). Iborra ha sido muy fiel a la historia escrita durante muchos años y plasmada ahora en Tiempos de azúcar. Tanto es así que fue en busca de la habitación donde él nació, hoy en una casa abandonada, para rodar allí el parto de una niña. Y todo en un entorno rural mediterráneo. "El Mediterráneo es muy cinematográfico y creo que el cine español no lo ha explotado suficientemente, al contrario que el cine italiano", explicó ayer el director. Iborra ha contado en este proyecto con dos colaboraciones muy especiales, la de Charo López, en el papel de maestra del pueblo, y la de Verónica Forqué, como madre del protagonista y pastelera.

Un total de 30 títulos españoles se proyectan durante los tres días que duran los Spanish Film Screenings for Europe para los 50 compradores internacionales, principalmente europeos, que se encuentran en la isla.

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