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El terrorista Carlos reconoce 25 años después el secuestro de la OPEP

El venezolano Ilich Ramírez Sánchez, conocido como Carlos y El Chacal, uno de los terroristas más conocidos durante los años setenta y ochenta, fue el que organizó la sangrienta toma de rehenes durante una reunión de la OPEP en Viena, hace veinticinco años, en la que fueron asesinados dos miembros de los servicios de seguridad y un empleado de la organización.

Así lo reconoció ayer él mismo en París durante su declaración como testigo ante el presidente del tribunal alemán encargado de juzgar a Hans-Joachim Klein, un terrorista arrepentido que formó parte del comando de seis personas que intervino en aquel acto criminal. Fue un giro totalmente inusual en un preso que se ha recluido en el silencio. 70 personas fueron tomadas como rehenes hasta que Arabia Saudí accedió a facilitarles 50 millones de dólares. El comando huyó a Argelia con sus rehenes y los ministros de la OPEP fueron liberados en la capital de este país, donde Carlos y el resto del comando pudo escapar. El venezolano fue entregado a Francia en 1994 por Sudán y Carlos cumple cadena perpetua en Francia por el asesinato de dos agentes franceses de investigación y de su informador libanés, en 1975, y está implicado en otras tres causas judiciales abiertas. Carlos, que hoy tiene 51 años, dijo que el objetivo de la operación fue "hacer propaganda armada". Pretendía pedir la protección de Sadam Hussein y forzar una reunión extraordinaria de la Liga Árabe, todo ello para oponerse a cualquier relación con "el Estado sionista". El comando encabezado por él estaba compuesto por otras cinco personas: el libanés Anis Naccache, a quien describió como "una máquina de matar" y de quien dijo que era algo así como su lugarteniente; el aludido Klein; una mujer cuyo nombre no reveló, un militar profesional de quien tampoco dio su identidad y un palestino. Anis Naccache, que estuvo preso en Francia entre 1980 y 1990 por intento de asesinato de un ex primer ministro iraní, fue amnistiado por François Mitterrand y se cree que vive entre Irán y Líbano.

Con abundancia de detalles, Carlos atribuyó a Klein, el terrorista arrepentido, el papel de haber matado a uno de los agentes de seguridad de la OPEP, un hombre de nacionalidad iraquí al que disparó una bala entre los ojos, dijo Carlos subrayando su explicación con un expresivo gesto. Lo hizo, según él, porque el agente de seguridad había logrado atrapar a la mujer del comando antes citada. Klein, que está siendo juzgado en la ciudad alemana de Francfort, ha negado haber matado al iraquí.

El terrorista Carlos contó todo esto a pesar de que dijo no reconocer la autoridad de jueces de Alemania, a quien no reconoce el derecho de actuar fuera de sus fronteras. La defensa del venezolano pidió que fuera trasladado a Alemania para prestar declaración pero Francia no lo ha permitido por razones de seguridad. Hace un año, otro tribunal franncés rechazó la demanda de extradición de Carlos cursada por Austria.

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