De la Torre renuncia a expropiar el último corralón de El Perchel, que será un bloque de siete plantas
El equipo de Gobierno del PP en Málaga no cumplirá el acuerdo que el pleno municipal adoptó por unanimidad el 6 de julio de 1998 para expropiar el último corralón de El Perchel, conocido como La Muñeca, y conveniará con sus nuevos propietarios que en el solar se levante un edificio de viviendas de siete plantas (baja más seis). IU tachó ayer esta operación de "inmoral e ilegal" y la consideró "un nuevo pelotazo inmobiliario" diseñado por el PP para sus amigos. El corralón estaba en trámites de expropiación por la dejación de la propiedad en su conservación.
El portavoz de IU, Rafael Rodríguez, cuestionó la legalidad de la operación, pero puso el acento en la crítica política e insistió en ponerla como un nuevo ejemplo de la "doble vara de medir" del PP, "que actúa siempre en favor de sus amigos". Rodríguez aseguró que si el corralón estaba en proceso de expropiación y alguien lo ha comprado es porque "ha tenido información privilegiada y sabía de antemano que se iba a dar marcha atrás y se iba a permitir construir". El portavoz de Izquierda Unida recordó que hay precedentes muy cercanos de operaciones similares, como la reciente recalificación de la finca Desoliva. Estos terrenos, que también estaban en fase de expropiación para la construcción de viviendas sociales, fueron comprados por la promotora Benahavís Park, vinculada a la constructora Edipsa, que ha conveniado con el Ayuntamiento la promoción de 750 viviendas libres.
La Muñeca es el último de los corralones históricos de la popular barriada de El Perchel que quedan en pie, aunque su estado es de ruina. El pleno del Ayuntamiento aprobó el 6 de julio de 1998 con el voto de todos los grupos políticos, incluido el PP, la expropiación del mismo tras declarar el incumplimiento del deber legal urbanístico de conservación y rehabilitación. En aquel acuerdo se reconocía que la propiedad "no ha mantenido el inmueble en condiciones de seguridad, salubridad y ornato público".
Casi un año antes, el 24 de octubre de 1997, la corporación también aprobó el realojo de los 19 vecinos que viven en el corralón de alquiler y su rehabilitación para convertirlo en corral de comedias y catalogarlo con protección integral dentro del Plan General de Ordenación urbana (PGOU). Aquel acuerdo fue adoptado con los votos de IU y PSOE y no tuvo el respaldo del PP.
El alcalde, Francisco de la Torre, no tuvo ayer remilgos en aceptar el incumplimiento el acuerdo plenario. "Se podrá acordar lo que se quiera acordar, pero luego está la viabilidad técnica y La Muñeca no tiene dimensiones, ni tamaño, ni carácter para ser corral de comedias", dijo.
De las palabras de De la Torre se desprende que los propietarios del corralón siguen siendo los mismos, pese a que ahora está a nombre de una sociedad, Infemar Consulting, constituida el pasado 4 de abril.
El convenio entre el Ayuntamiento y la propiedad fue retirado del orden del día de la sesión del Instituto Municipal de la Vivienda el martes porque la documentación no estuvo dispuesta a tiempo para que los grupos políticos la estudiaran.
Según el convenio, Infemar Consulting pondrá 40 millones para el realojo de las familias que ahora residen en el corralón y a cambio disfrutarán de la edificabilidad tipo en la zona, próxima al mar y en el área de expansión del centro de la ciudad.
Según estima IU se trata de "todo un pelotazo" pues estima que Infemar Consulting podrá construir 56 viviendas que le reportarán unos ingresos en torno a 500 millones de pesetas.
El alcalde admitió ayer que el acuerdo "es opinable", pero destacó de él que contiene obligaciones sociales para la propiedad, en referencia a la aportación económica que ésta realizara para realojar a los inquilinos. De la Torre recordó que en otras ocasiones se han aprobado acuerdos que han obligado al Ayuntamiento a asumir en solitario el coste de realojos de vecinos y "la propiedad se ha escapado de rositas". Dijo además que en este caso también se ahorrará el Consistorio el justiprecio que se determinara en el expediente de expropiación y también trámites judiciales que suelen dilatarse en el tiempo. Además, aseguró que es una buena solución para un inmueble que está en ruinas.
