_
_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Seguimos cambiando

Confieso que desde hace tiempo me interesa el papel de la mujer en la política. Y más todavía entre los socialistas, porque es un partido que intenta renovarse desesperadamente desde que está en la oposición. Y no es fácil, porque en la vieja sociedad de clases la política era conquista y poder, como lo era el conocimiento y hasta el mismo liderazgo, algo que parece impropio en la nueva sociedad del conocimiento que está más cercana a las redes informáticas y al papel de la mujer en la sociedad.Podemos recordar a Rosa Díez y a Matilde Fernández entre los últimos intentos de renovación femenina en el partido socialista, que no lograron imponerse frente a los otros dos candidatos, pero influyeron bastante en la elección final. En Valencia, bastante antes, lo intentó Clementina Ródenas frente a Ro-mero y Asunción, pero tampoco lo consiguió. Aunque, en definitiva, también quedaron fuera los otros dos. Carmen del Río quiere ahora una nueva oportunidad de cambiar, esta vez en la misma ciudad de Valencia y, según parece, frente a otro único candidato. Veamos cómo desempeña su papel, cuál es su juego de rol.

Anuncia rápidamente la candidatura, como hizo Rosa Díez en su momento. También es licenciada en psicología, al igual que Matilde Fernández. Y cita a Clementina Ródenas entre sus mejores maestros de la actividad política. La espontaneidad no es mala y pertenece al nuevo estilo, sin olvidarse que también conviene calcular. Los estudios de psicología atraen más a las mujeres que a los hombres, porque la psicología se entiende ahora como un servicio a los demás, a la sociedad en general, y no como antes que pretendía el control de la conducta ajena. Por último, que reconozca a otra mujer entre sus maestros confirma su nueva perspectiva política.

Tiene una página en la red, no muy elaborada pero bastante clara. Al menos está viva y no como "La Web dels Socialistes Valencians", que ofrece estar al día con fecha 24 de septiembre y te invita a navegar cuando está más atascada que el Tireless en Gibraltar. La página de Carmen del Río contiene una serie de ideas sobre su proyecto, pero hay dos características que resultan curiosas. A lo largo de toda su argumentación utiliza con bastante frecuencia el concepto de igualdad frente al de libertad, algo muy típico del socialismo pero bastante raro en la última década, y que reaparece de nuevo con Zapatero en la conferencia del Club Siglo XXI. Y, en segundo lugar, no hace referencia a sí misma en ningún momento, ni hay verbos en primera persona, ni un simple Yo en todo el texto.

En definitiva, estamos de nuevo ante una mujer que defiende como candidata la oportunidad del cambio en el socialismo valenciano. Al margen del juego de fuerzas y del contenido concreto de su proyecto, tiene bastantes rasgos característicos de la nueva política y de los intentos de renovación en el partido socialista. Quizá extraña un poco que no asome más la cabeza, lo que quiere, piensa y siente la candidata, al margen de los argumentos, razones e ideas de la candidatura, algo muy importante en los tiempos actuales para la decisión final. En cualquier caso, seguimos cambiando o, al menos, se intenta.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_