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Casi el 2% de la población padece de discapacidades mentales leves

Tener un coeficiente intelectual entre 71 y 84 (cuando la media intelectual corriente oscila entre 90 y 110), mostrar dificultades para adaptarse a las actividades diarias y haber manifestado estos síntomas antes de los 18 años permiten a los especialistas hablar de "inteligencia límite". Casi el 2% de la población española padece esta discapacidad, según la Asociación Catalana de Integración y Desarrollo Humano (ACIDH), que tiene como objetivo esencial mejorar la calidad de vida de este colectivo.

Sensibilizar a la sociedad sobre el problema de la disminución psíquica es uno de los objetivos de las Jornadas Interdisciplinarias sobre personas con la llamada "inteligencia límite", organizadas por la Asociación Catalana de Integración y Desarollo Humano (ACIDH) y que fueron inauguradas ayer en Barcelona. La ACIDH, creada en marzo de 1994, se enfrenta al problema de tratar con personas cuyo grado de minusvalía es inferior al límite mínimo exigido (65%) para poder recibir alguna subvención de la Administración. La finalidad de sus actividades es poder garantizar las mismas oportunidades a todo el mundo mediante una formación educativa integral. El principal obstáculo es encontrar recursos para hacerlo.

El presidente de la Fundación Privada Tutelar ACIDH, Evangelista Vilanova, y el director de la Obra Social de Caja Madrid, Carlos Martínez, expresaron ayer la necesidad de crear un marco jurídico que resuelva el problema de falta de financiación, uno de los aspectos analizados en estas jornadas. Vilanova, así como el resto de ponentes participantes, pidieron que las ONG y el voluntariado en general hagan frente común ante el problema.

El profesor de Psiquiatría y director del Master de Discapacidad y Necesidades Especiales (UCA / Imserso), Luis Salvador Carulla, lamentó ayer "el escaso interés que suscita la atención y la investigación de este tipo de trastornos".

Carulla subrayó la necesidad de personal especializado en esta materia, que sepa distinguir perfectamente entre los problemas psiquiátricos asociados a esta discapacidad y los meros trastornos de conducta usuales en los afectados, como comportamientos excéntricos o repetitivos.

Los datos disponibles apuntan que el colectivo afectado por este tipo de problemas psíquicos es una parte sustancial (entre el 15% y el 18%) de la población atendida en centros ocupacionales para retraso mental, lo que da idea de la necesidad de servicios y programas específicos.

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Pese a todo, la Asociación Catalana de Integración y Desarrollo Humano expresó su optimismo sobre las posibles soluciones.

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