_
_
_
_
_

Hillary Clinton arranca su mandato con una gira intensiva por Nueva York

Hillary Clinton apenas se ha dado tiempo para saborear su victoria. La nueva senadora por Nueva York ya ha empezado a labrarse su personaje político, lejos de la sombra de Bill. Un día después de su victoria se puso en contacto con la oposición republicana en Washington y hoy tenía previsto dar las gracias personalmente a todos sus simpatizantes en una maratoniana gira en avión por el Estado.

Hillary Clinton sabe que su fama puede ser un arma de doble filo y quiere desde el principio adoptar un tono de normalidad sobre su nueva vida. En la primera rueda de prensa (el miércoles) que celebró tras su elección habló en tono pausado, casi frío, sobre sus aspiraciones en el Senado. "Espero tener una aceptación muy positiva. He trabajado con muchos congresistas republicanos en el pasado. Espero seguir haciéndolo más allá de las diferencias ideológicas". Dejando de lado lo que fue una campaña particularmente negativa contra su adversario republicano, Rick Lazio, del que, por cierto, nadie parece acordarse, la nueva senadora se puso en contacto con el líder conservador en el Senado, Orrin Hatch, y con el que debía haber sido su contrincante, el alcalde Rudolph Giuliani. Éste reconoció con énfasis la victoria de su adversaria. "Trabajó mucho. Cuando uno está en este negociado puede admirar a alguien incluso del bando contrario".

Pero a la senadora Clinton le va a resultar difícil escapar de la sombra del presidente. Hasta finales de enero seguirá siendo la primera dama, una situación que le otorgará de por vida la escolta del servicio secreto y el aura de sus años en la Casa Blanca. Lo quiera o no, la senadora heredará el legado de su marido y sus enemigos. Gana en cualquiera de las dos posibles futuras presidencias: con Bush podría convertirse en una de las figuras de la oposición; con Gore ganará poder.

Por ahora, Hillary está ocupada en consideraciones más prácticas. Hoy tenía pensado recorrerse en avión los 62 condados del Estado que se pateó en sus 16 meses de campaña para agradecérselo a sus simpatizantes. Estos dos últimos días se ha dado pequeños baños de masas, como el miércoles en la estación de Grand Central, en el corazón de Manhattan.

También debe empezar a pensar detalles útiles, como el de su alojamiento en Washington durante las sesiones, una vez que abandone la residencia presidencial. Los Clinton, en principio, tienen previsto vivir en Chapaqqua, en la mansión que se compraron hace un año. Algunos tabloides de la ciudad han especulado con la posibilidad de que compren un piso en Manhattan en uno de los edificios del magnate Donald Trump. Estos detalles siguen sin despejar la nueva gran incógnita de la vida de Hillary. Y mientras tanto, ¿qué hará Bill?

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_