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Crítica:'EL RAYO' Y 'SHOWMATCH' / ANTENA 3
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Todo por la audiencia

Más vale que a los mandamases de Antena 3 no les dé por montar un circo porque es muy probable que les crecieran los enanos. Tele 5, su Gran Satán particular, lleva varios meses dándoles una bofetada tras otra: Gran Hermano arrasó y El bus pincha; Javier Sardá regresa triunfador con sus Crónicas marcianas y a La central de Jesús Vázquez se le aplica la eutanasia; Antena 3 decide dar la cara a lo grande los domingos con El rayo y Showmatch y, de momento, el primero de esos espacios ya ha sido enviado a otro día y otro horario.La presión por batir al enemigo está lanzando al aire programas muy poco pensados, muy mal construidos y escasamente definidos.

Tres semanas después de su estreno, El rayo sigue siendo ese híbrido de El informal y Caiga quien caiga que lo basa todo en el indudable encanto de su presentadora, Inma del Moral.

Algún malintencionado ha sugerido que el programa consiste en unas estimulantes apariciones de Inma en diferentes grados de semidesnudez, interrumpidas por entrevistas y reportajes de escaso interés. Una exageración, sin duda, pero con cierto fundamento: a pesar de las largas entrevistas y los minirreportajes, El rayo parece tener la prioridad de recordarnos a todos lo guapa que es Inma del Moral y la gracia que tiene. ¿Es necesario que los entrevistados coqueteen con ella todo el rato? ¿No acaba esto favoreciendo la imagen de una presentadora-objeto que parece estar puesta ahí por su cara bonita?

De todas maneras, a pesar de su frivolidad y sus histéricos movimientos de cámara, El rayo es el Ciudadano Kane de los programas de entretenimiento si lo comparamos con Showmatch. Un programa que empieza con dos docenas de figurantes gritando y lanzando papeles al aire mientras el presentador nos dice, a berridos, que lo vamos a pasar de miedo me infunde algo parecido al terror. Terror que se transmuta en aburrimiento cuando te has acostumbrado a los gritos y al entusiasmo anfetamínico que reina en el plató.

En Showmatch, la cosa consiste en acumular piezas de un puzzle imposible de montar: ahora sale Ana Rosa Quintana, luego Helen Lindes, una canción de La Mosca, unos chistes terribles de Antonio Hidalgo, el presentador, ayudado por los secundarios más siniestros que se hayan visto últimamente por televisión (el gracioso disfrazado de cyberfreak que se hace llamar Simon pone de los nervios a cualquiera).... Y así, burrada tras burrada, berrido tras berrido, transcurren dos horas angustiosas.

("El rayo" tiene una cuota media de pantalla del 14,9%, con 1.135.000 espectadores. "Showmatch, un 21,4% de cuota y una audiencia de 1.718.500 personas)

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