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La sociedad Azpillaga 2000 se hace cargo de Solac con el apoyo de Cegasa

El fabricante vasco de pequeños electrodomésticos Solac ha encontrado una salida a la crisis que arrastra desde el verano de 1998 y que le llevó en marzo de 1999 a la suspensión de pagos. Cegasa, la empresa de pilas controlada por Juan Celaya, ha llegado a un acuerdo con Solac y sus acreedores para hacerse cargo de la compañía a través de la firma Azpillaga 2000, tras aceptar aquéllos una quita del 80% de la deuda y de aportar el 20% restante. Cegasa no quiere aparecer como propietario de Solac y aportará a la nueva sociedad toda su red comercial.

Cegasa, cuyo propietario, Juan Celaya, está presente también en sociedades como Hidronor, Tuboplast o El Periódico de Álava, se puso en contacto con Solac el pasado mayo de la mano del director comercial de esta última, José Miguel Azpillaga. La sociedad instrumental que se hace cargo de la empresa, Azpillaga 2000, lleva precisamente su apellido. Además de esta oferta, Solac había recibido en el último año otras de su competidor Taurus en pequeños electrodomésticos (planchas, secadores, freidoras, etc.) y de un grupo asiático que se ha mantenido en el anonimato.La suspensión de pagos de Solac, que tiene un pasivo de cerca de 9.000 millones de pesetas, se declaró siendo gerente de la sociedad José María Acha-Orbea y afectó a veinte entidades financieras, las más importantes del sistema financiero español. Sus acreedores son BSCH, BBVA, Banco Guipuzcoano, Kutxa, Bancaja, Caja laboral, Zaragozano, Bankinter, Caja Madrid, La Caixa, Banco Herrero, Banco Urquijo, Banco Popular, Banco de Vasconia, Banco Castilla, Banco Sabadell, Caja Duero, Deutsche Bank, Banco Pastor, BNP, Solbank, Banco Atlántico, BBK y Caja Vital. El acuerdo a tres bandas llega casi en el último suspiro, ya que hace poco más de una semana La Caixa y otra entidad rechazaron una acuerdo prácticamente similar.

La operación ha sido diseñada por el administrador único de Solac, Baltasar Marín, que ha ocupado cargos gerenciales en Osakidetza, la Ertzaintza y ETB, y que llegó a la empresa en abril de este año, en una junta extraordinaria. Solac, que llegó a facturar cerca de 14.000 millones de pesetas, prevé vender durante este año por valor de 1.500 millones de pesetas. La propuesta en la que participa Cegasa quiere reducir la plantilla en cerca de 100 personas. El grupo Solac cuenta actualmente con cuatro centros en España. La planta de Eibar, José Ormaechea SA, la más importante, cuenta con un plantilla de 106 personas, que se reducirán a 40 según los planes presentados en mayo por Cegasa. Este centro se encuentra en quiebra con continuidad, una fórmula para poder mantener la empresa operativa. La planta de Briviesca (Burgos) cuenta con 23 trabajadores y en principio se mantendría en su dimensión actual. Por último, la sede de Solac en Vitoria, en el polígono industrial de Jundiz, pasaría de los actuales 46 trabajadores a 23, ya que las oficinas comerciales de Cegasa, también en Vitoria, asumirán esta función.

Hasta la fecha, el capital de Solac estaba controlado en un 63% por un inversor particular al que las familias fundadoras de la firma (Gárate, Acha-Orbea y Ormaechea) cedieron sus títulos por una peseta, a cambio de la continuidad industrial.

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