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Serrat presenta a Tarrés, su yo oculto, en un disco dedicado a la música latinoamericana

El cantante y compositor catalán presenta su nuevo álbum, titulado 'Cansiones'

Un palíndromo es una frase o palabra que se lee igual al derecho y al revés. Tarrés es el palíndromo de Serrat. Y no sólo eso. Tarrés es para el cantante y compositor catalán su otro yo, su sombra y, a veces, su luz. "Tarrés no es una aparición, lleva toda la vida de Serrat a su lado, ha compuesto canciones con él, ha viajado con él. Tarrés es el gran impulsor de este disco", explicó ayer Serrat. Cansiones es el título de este nuevo trabajo, que incluye temas del folclor latinoamericano y una composición propia, en la que se explica la esencia de esta esquizofrenia poética.

Ahora dicen que Joan Manuel Serrat anduvo siempre acompañado. Su alma gemela, este Tarrés que oculta su rostro bajo el ala de un sombrero y viste siempre un traje gansteril, el gran vividor, nocturno e irresponsable, sale ahora a la luz y hasta aparece, evasivo, en fotos y películas."Tarrés es, para Serrat, la otra orilla del río, ese otro yo que todos tenemos y que está al otro lado, sea cual sea el lado en que estamos", dijo ayer el cantante en la presentación a la prensa de su nuevo álbum, adoptando una tercera posición, como portavoz de ambos personajes."Cada uno tiene su estilo, pero si fuera mujer me quedaría con Tarrés. Serrat procura ser serio, responsable, pero Tarrés lo saca de sus mediocridades rigurosas y lo lleva por ahí para mostrarle cómo lo sórdido y lo sublime caminan de la mano", prosiguió.

"Todos tenemos un doble que vive en las antípodas, pero encontrarlo es muy difícil porque los dobles tienden siempre a efectuar el movimiento contrario", afirmó, citando al escritor peruano Julio Ramón Ribeyro.

Memoria afectiva

"El disco se titula Cansiones, con s, que es como pronuncian esta palabra el 80% de los ciudadanos hispanohablantes de todo el mundo", continuó Serrat. "No es una antología, ni las trece mejores canciones del folclor latinoamericano, ni las que le gustan más a Serrat. Es un puñado de temas que me han alimentado en noches etílicas de amor y amistad, y de las que he aprendido mucho durante los más de treinta años que llevo recorriendo esos países".Soy lo prohibido, Sabana, Mi tortolita, El último organito, Mazúrquica modérnica, Yo sé de una mujer, Fangal, La llamada, son algunos de los temas incluidos en este disco, pertenecientes a compositores como Violeta Parra, Víctor Jara o José Alfredo Jiménez.

No son los más obvios, son, más bien, retratos y pasisajes de una forma de vivir y de sentir. "Un disco es algo terriblemente limitado", continúa Serrat, "no es una separata estalinista ni la representación equitativa de la canción de cada uno de esos países. Yo no establezco fronteras entre ellos. Es un disco de fusión, en la medida en que todo sale de forma natural y es válido y fluido, se van mezclando estilos y ritmos. Es algo que ha salido así de la fábrica Tarrés / Serrat".

La oportunidad de sacar este álbum, ahora que parece que la música de origen latino se está abriendo al mundo, es algo que Serrat rechaza. "No necesito del éxito de un disco de unos músicos cubanos, apadrinados por un norteamericano -aunque los cubanos se merezcan todo mi respeto- para decidirme a cantar canciones de unos países que he recorrido ampliamente en los últimos treinta años", señaló. "Yo soy latino, por mediterráneo y por americano. Lo que no es latino es esa música que hacen en Estados Unidos y en la que se premian a ellos mismos".

En el disco se incluye una canción paraguaya, Mi tortolita (Che pykasumi), cantada en guaraní. "Las lenguas ancestrales de América son algo que no podía faltar en este disco. Escogí el guaraní porque es una lengua que habla toda la población paraguaya. Es una canción que siempre me había gustado", dijo. "Una guaranía que he convertido en balada, con la ayuda de Tarrés. Él es capaz de emborracharse en doce o trece idiomas y me ayudó a aprendérmela en guaraní".

Derivados

Hay sones, vallenatos, boleros, tangos, rumbas y colombianas, pero en la voz de Serrat se producen transformaciones y es capaz de llevar todo eso a su propio terreno, a su tono y su forma de reinventar lo que canta. "Quizá un son puertorriqueño deriva en una colombiana, algo que no es imposible; o un vallenato cantado por rumbas, pero eso da sabor y razón de ser a Cansiones", bromeó.Después de estas declaraciones de afinidad con latinoamérica, Joan Manuel Serrat lamentó que "seamos un país en el que nos hayamos olvidado de que no hace mucho tiempo hacíamos la maleta para meter la vida y ahora recibimos a los que llegan sin esa memoria de lo que fuimos. Creo firmemente que la tierra es una".

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