El rector de Girona convoca al claustro, forzado por la protesta contra Birulés
Continúa la controversia por la presencia de la ministra Anna Maria Birulés en el acto inaugural de la Universidad de Girona, el pasado lunes, que fue boicoteado por un grupo de estudiantes. El rector, Josep Maria Nadal, ha convocado un claustro extraordinario para el día 10, en el que leerá un informe sobre los incidentes y pondrá su cargo a disposición de los reunidos. Proliferan entre profesores y alumnos voces muy críticas con la elección de Birulés, aunque nadie cuestiona al rector y ven exagerada la convocatoria del claustro.
Una medida excesiva
Nadal se considera preso del compromiso adquirido ante los manifestantes, que interrumpieron el acto académico para pedir su dimisión. "Quizá fue un error haberlo dicho, pero ante la presión y el bloqueo que se produjo, y para calmar la situación, les dije que mi dimisión debía pedirla todo el claustro", aseguró ayer el rector. Hasta el propio Nadal admitió ayer que él también preveía que la presencia de la ministra de Ciencia y Tecnología generaría protestas, pero aun así defendió su elección en aras de la autonomía universitaria. Nadal, a quien los manifestantes acusaron de "colaboracionista" con el partido presidido por José María Aznar, dijo ayer que su discurso fue "claramente contra el PP".Josep Maria Terricabras, catedrático de Filosofía de la Universidad de Girona, desacreditó ayer el modo en que se ejerció la protesta estudiantil y cuestionó la representatividad de los manifestantes. Sin embargo, considera que la elección de Birulés -de quien se reconoce amigo- fue inadecuada a causa de los conflictos que las universidades catalanas tienen abiertos con el Gobierno. Terricabras aseguró también que los actos de inauguración deben ser "académicos y no políticos". En su opinión, resulta ingenuo "pensar que se puede sacar algún provecho de invitar a la ministra". Nadal no comparte esta opinión y puntualiza que se invitó a Anna Birulés a la inauguración del curso académico por su condición de ministra de Ciencia y Tecnología. "Y con ello, alguna beca ganará Terricabras", aventuró.
Otros profesores consultados ayer por EL PAÍS coinciden en considerar "ridícula" la convocatoria del claustro extraordinario, que atribuyen a la continua necesidad que tiene el rector de obtener muestras de apoyo hacia su gestión. "Todos saben que los que pidieron la dimisión del rector eran cuatro alocados", dijo ayer un docente que prefirió mantener el anonimato.Al claustro que aprobó el último informe del rector asistieron únicamente 137 de los 250 claustrales. Entre éstos, comparecieron 43 de los 69 representantes estudiantiles, cuyos votos engrosaron mayoritariamente la cifra de 61 votos contrarios a la gestión del rector. Apenas una quincena de los representantes de los alumnos en el claustro participaron en el acto de protesta contra Birulés, que es natural de Girona.
La violencia de la protesta estudiantil, prolija en empujones, insultos y descalificaciones personales, fue criticada ayer por amplios sectores universitarios contrarios a la visita de la ministra. Algunos profesores expresaron su desacuerdo con la elección de Birulés suspendiendo las clases de primera hora previstas para el lunes durante el tiempo que duró la visita y rechazando la invitación a la ceremonia inaugural.
Nadal anunció que pondría su cargo a disposición del claustro después de que esos 15 representantes de los estudiantes accediesen a la iglesia de Sant Domènec, donde se celebraba el acto, y comenzasen a proferir gritos de dimisión contra la ministra por "invitar al PP a la Universidad".
