El novillero Jaime Reyes se recupera de su grave cornada en la femoral
El peligro de perder la pierna ha desaparecido
"Lo peor ya está descartado". Lo peor es el peligro de que el novillero Jaime Reyes, de 24 años, perdiera la pierna derecha. Él mismo coge el teléfono y habla desde el hospital. "Ya no tengo fiebre y eso es la mejor señal", dice. En efecto, es señal de que la infección ha remitido. El martes de la semana pasada fue intervenido por enésima vez y ésta sí que hubo suerte. "No ha habido rechazo en los injertos que me han hecho", comenta.
"He llegado a estar completamente hundido", dice, conciso, el novillero Jaime Reyes sin detenerse en más explicaciones, sobre un pasado reciente y doloroso que quiere olvidar cuanto antes.El pasado 7 de agosto, en la localidad madrileña de Soto del Real, un novillo, el primero de la tarde, respondió a los incontenibles deseos de triunfar de Jaime Reyes con una cornada de escalofrío. De la primera acometida, la vena y arteria femoral, fuera. "Hasta el momento, llevaba 17 corridas y con 31 compromisos por cumplir. Era mi temporada", recuerda el torero.
Desde que debutara con caballos el 16 de septiembre de 1996, Jaime Reyes se había estado peleando con una carrera ayuna de compromisos. Todo cambió en la presente temporada, que vio como acontecimiento importante en la trayectoria del novillero su debú en la madrileña plaza de Las Ventas. "Era mi lanzamiento", se lamenta.
De momento, con lo peor ya casi olvidado, Jaime Reyes prefiere evitar planes de futuro respecto a su profesión. "La recuperación puede durar meses, pero no desisto", comenta. Y añade: "Mi ilusión sigue estando en los ruedos". Es, sin duda, la mejor demostración de que se recupera.
Puerto, a hombros
Víctor Puerto salió a hombros en la corrida de feria celebrada ayer en Abarán (Murcia), informa Efe. Con lleno, se lidiaron toros de El Torero, que dieron juego. Enrique Ponce, oreja y ovación. Pepín Liria, oreja; dos avisos y ovación. Víctor Puerto, ovación y dos orejas.Algemesí (Valencia). Lleno. Novillos de Sánchez Arjona; quinto, premiado con vuelta al ruedo. Miguel Palomo Linares, silencio y palmas. Fernando López, dos avisos y ovación; dos orejas. El rejoneador Antonio Domecq, división de opiniones.
