_
_
_
_
_
Sydney 2000

Cuarenta horas de vídeo para un oro

Isabel Fernández preparó la final de yudo haciendo que su marido imitara a la cubana en los entrenamientos

Isabel Fernández ganó la medalla oro en el tatami del Exhibition Hall, pero también fuera de allí, en Alicante, muy lejos de Sydney. Una vez más se demuestra que la calidad no sirve de nada si no va acompañada de una preparación exquisita. Los campeones nacen, pero también se hacen. Su marido y entrenador, Javier Alonso, fue el artífice de un trabajo de auténtica precisión para ajustar todos los detalles. Aparte de la preparación general, ante la sospecha, luego confirmada, de que la final fuese contra la cubana Driulis González, el proceso fue especial en su caso. No en vano había sido la mejor rival de la española, tras ganarse mutuamente en dos Mundiales y repartiéndose también victorias y derrotas en distintos torneos. El combate fue un ejercicio de táctica como si de una partida de ajedrez se tratara.Javier lo explica así: "El combate se preparó muy concienzudamente. No se puede hacer con todos así, porque a un deportista no se le puede dar más información de la que se pueda asimilar. Nos arriesgamos a pensar que la final podía ser con ella porque las dos eran las más fuertes. Las horas de los combates que se han visto, si te las pones en fila igual suman 30 o 40 horas sin exagerar, una brutalidad. Y a eso se añadió una metodología de trabajo en la cual se estructuraba el combate con la cubana, que trabaja por bloques, resolviendo cada uno de una manera y tanto desde el punto de vista físico como el técnico. Incluso haciendo yo de la cubana en un combate". Por si quedaba algún detalle suelto de improvisación, Javier, que debió estar en las gradas al no ser el técnico federativo que se sienta junto al tatami, se puso una camisa de un color chillón, diferente, para que ella pudiera saber dónde estaba. Y como en una ocasión anterior le dijo que no le había oído bien las instrucciones, esta vez le chilló tanto que ayer tenía afonía.

"Yo sabía que iba a ganar, pero es el fruto del trabajo anterior. Porque tú ves el combate, pero a través de él no sabes la cantidad de horas de entrenamiento que hay. Cambios de rivales, cada uno hace de cubana y sale fresco combatiendo con Isabel cansada, se la hace trabajar en fatiga, sin fatiga, después de haberlo asimilado, antes de una clase, después de una clase...Por eso una medalla sale cara y se paga cara".

La preparación para ganar a González vino del conocimiento del yudo cubano, muy particular: "Está basado en la preparación física, sobre todo, y sin que tengamos que hablar de más cosas. Ellos no hacen un yudo técnico, sino muy táctico. Marcan unas situaciones muy seguras en dominio de agarre, porque físicamente son más fuertes y desde ahí o buscan tu reacción, y siempre se anticipan, o te sacan sanción. Si te sacan sanción van delante en el marcador y ya no hay quien las pille, porque son muy fuertes. Y si tienes que arriesgar porque te van a sancionar en esa acción de agarre que ellas dominan, entonces se anticipan. El tema es complicado, pero trabajándolo es como una partida de ajedrez".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_