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LA SITUACIÓN EN EL PAÍS VASCO

Ekin, un grupo para la agitación y la lucha

Desobediencia

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Ekin (hacer en euskera) se constituyó oficialmente en Pamplona el 6 de noviembre de 1999, un año después de la declaración de tregua, para cubrir el hueco dejado por KAS, la coordinadora del movimiento independentista que se disolvió tras el alto el fuego para escurrirse del acoso del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.El nuevo grupo político, que fue recibido con muchas reticencias desde los sectores moderados de la izquierda abertzale que veían en él la continuidad de la radicalidad de KAS, no ocultó desde el principio cuál sería su auténtica función dentro de la estructura del movimiento, ni los principios que defendía y en los que se inspiraba su ideario. Se proclamó independentista, revolucionario, socialista y euskaldún.

Ante una asamblea de 2.000 personas, Ekin -que tomaba, no en vano, el simbólico nombre del grupo clandestino de enseñantes vascos del que saldrían en 1959 tres fundadores de ETA- se proclamó heredero de la estrategia de desestabilización y tensionamiento social durante la década de los noventa hasta que la propia debilidad de ETA le llevó a declarar la tregua en octubre de 1998.

La fundación de Ekin se planeó en septiembre del año pasado, en Durango y un mes más tarde, el 8 de octubre, cuatro militantes, entre ellos los dos ex portavoces de Jarrai Jon Salaberria y Anne Lizarralde, explicaron a los medios de comunicación vascos su proyecto: "No somos una organización para la alta política, la nuestra es una organización que se injerta en la sociedad, en la escuela, en la fábrica o en las dinámicas populares, nuestro reto será encender nuevas luchas, afirmar y fortalecer las que existen, superar la dispersión que existe hoy en día en torno a las nuevas dinámicas y adherirnos a la nueva apuesta de construcción nacional".

Como reconocieron, el modelo de funcionamiento de Ekin se inspiraba en los desaparecidos Komités Abertzales Socialistas (KAS) cuyos miembros tenían la misión de actuar en los distintos sectores de la vida pública, siempre con un notable grado de clandestinidad, sin identificarse como miembros de la izquierda abertzale.

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Ante el peligro de que Euskal Herritarrok se deslizara por la senda de un partido convencional, los inspiradores de Ekin se proclamaron partidarios de "agitar la sociedad y fortalecer las diferentes luchas". Poco después de la formalización oficial de Ekin en Pamplona, ETA daba por definitivamente rota la tregua.

La desobediencia civil como una de las estrategias conjuntas que todos los nacionalistas deberían poner en práctica para deslegitimar a los Estados español y francés y lograr avances en la construcción nacional es uno de los objetivos del ideario de Ekin. Este planteamiento ha chocado con el del resto de fuerzas nacionalistas moderadas, el PNV y EA, que no han visto con buenos ojos las propuestas revolucionarias de este nuevo KAS que con la radicalización de la actividad política ha provocado una gran división social.

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