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Savio negocia su marcha al Chelsea

Diego Torres

Savio quiere dejar el Madrid para fichar por un club que le pague más y que le garantice la titularidad. Ese club, hoy por hoy, es el Chelsea, que ha ofrecido unos 2.500 millones de pesetas por el delantero al que promete duplicar la ficha (cobra ahora 190 y prevé pagarle 380). El brasileño es un chico de natural pesimista, y ayer daba prueba de su malestar en Barajas. "El Madrid ha sido claro conmigo, y no me renovará el contrato, ni ampliará mi ficha", explicó. "Además, ¿quién me asegura que jugaré más partidos que el año pasado? Eso sólo Dios lo sabe. Y yo tengo que pensar un poco en mí y en mi familia. Yo estoy muy contento en Madrid, en el equipo y con la afición, pero soy un profesional". Esto es, que Savio se ofrecerá al club que más dinero le ofrezca.El director general del Chelsea, Collin Hutchinson, llegó este fin de semana a un acuerdo verbal con Florentino Pérez para cerrar el traspaso. Pero, según Savio, el Chelsea aún no le ha garantizado la mejora salarial: "Cuando eso ocurra, decidiré". Tras dos años y medio, Savio no se siente apreciado en el Madrid y está a un paso de dejarlo justo el año en que más le necesitaba el equipo. El tremendo afecto que le demuestra la afición no es un acicate suficiente. Savio no puede quitarse de la cabeza aquellas temporadas que marcaron sus 20 años en el Flamengo, a la par de Romario, cuando era una de las estrellas incontestables. Como si alguna vez hubiera vivido días de euforia, antes de fichar por el Madrid en 1997.

John Toshack quiso prescindir de él el año pasado pero Savio luego se afianzó. Valdano le ha prometido muchos partidos y Del Bosque no duda en alinearlo. Pero el problema ahora es de otra índole: su ficha está desfasada. Savio es uno de los peor pagados del equipo. Y eso le duele. Ya no soporta que nadie hable de él en los periódicos para recordar sus jugadas. Que todas las miradas se centren en Figo o en Raúl. Que nadie valore su trabajo. Que nadie aprecie sus centros precisos. Como el que cabeceó Anelka ante el Bayern y llevó al Madrid a París. O como el que sirvió a Figo ante el Valencia. "Nadie dijo nada de eso", se lamentaba ayer. "Fue un centro con efecto. Cañizares no salió mal; no pudo alcanzar el balón porque estaba bien lanzado. Sé centrar desde que estaba en el Flamengo porque, aunque era delantero, me descolgaba a la banda... De eso nadie habla".

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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