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Entrevista:

"Las varitas mágicas existen"

Pregunta. ¿Alguna vez ha tenido la tentación de hacer desaparecer a alguien, pero de verdad?Respuesta. No, pero sí tal vez de cambiarle la personalidad.

P. ¿Cómo?

R. Transformando a las personas en más buenas y menos violentas. Pero cuando hago desaparecer a la gente, luego siempre vuelve.

P. ¿Y se puede conseguir con la magia mejorar a alguien?

R. Todavía no lo he logrado.

P. ¿Está ensayando?

R. Sí.

P. ¿Por qué cree que a la gente le interesa el ilusionismo?

R. Todos necesitamos soñar. Nos ayuda a olvidarnos de nuestros problemas, como el cine. Pero lo mío es cara al público y en tres dimensiones.

P. ¿Qué le sorprende en la vida?

R. Cosas simples: el nacimiento de un niño, enamorarme...

Perfil

Con 43 años, hijo único de emigrantes rusos, nacido en Nueva Jersey, tiene un toque de astro pejiguero para las fotos y una mirada magnética, que se le acentúa cuando pone cara de pensar. Vamos, que va de bello tenebroso, pero porque puede. Le gusta bucear, ir al cine, escuchar música, bailar y "estar en la playa con una mujer hermosa".

P. Si le sorprende enamorarse, debe de pasarse el día en perpetua sorpresa.

R. [Ríe]. Trato de sorprenderme lo más posible.

P. ¿Y lo consigue?

R. No siempre. Pero hasta ahora voy bien.

P. ¿Cuánto pesan las ilusiones que transporta en los dos aviones de su espectáculo?

R. Todos cargamos ilusiones. Es la forma de ir por la vida. Las ilusiones y los sueños son muy importantes, una forma de sobrevivir.

P. ¿Qué le separa del mago de Oz?

R. Yo estoy vivo.

P. ¿Se dejaría cortar una mano antes que decirme cómo vuela?

R. No, le diría cómo vuelo. Pero luego me inventaría otras formas de hacerlo para mantenerla asombrada.

P. ¿Existen las varitas mágicas?

R. Sí, pero no puedo hablar de ellas en público.

P. ¿Le han hecho alguna entrevista sin preguntarle por Claudia Schiffer?

R. Sí, muchas. Pero adelante.

P. Sólo quería saber eso. ¿Los aviones pueden temer algo de usted?

R. Ya hice desaparecer uno, y volvió, aunque no encontrábamos el equipaje.

P. Conténgase hoy, que tengo que volver a Madrid.

R. Esté tranquila.

P. ¿Hay algo que desee y que no pueda tener?

R. ... Más tiempo.

P. ¿La fantasía lo puede todo?

R. Sin realidad no hay fantasía. Yo estoy básicamente en la realidad, pero cuando sueño es mucho más excitante.

P. ¿Y qué suele soñar?

R. Bastante con mi espectáculo.

P. O sea, que está todo el día en lo mismo. ¿En qué se ocupa cuando no hace magias?

R. Estoy con mi familia -como por ejemplo mi padre, aquí presente-, con mi madre, con mi novia, y voy a la playa o al cine.

P. ¿Cuáles son sus lugares de inspiración favoritos?

R. La ducha, y también mientras como o duermo. Además de los museos y los momentos en que escucho música.

P. ¿Estudió para mago, o se puso a ello un buen día?

R. Estudié y leí muchos libros. Luego empecé a inventar. Cuando tenía 16 años enseñé magia en la Universidad de Nueva York. Todos los alumnos eran mayores que yo, y el primer día me confundí de aula y me metí en lo que tenía que ser una clase de Ciencias Políticas.

P. ¿Cómo acabó aquello?

R. Aprendieron algo que ahora pueden usar.

P. ¿Por qué huye de la luz natural para las fotos, y exige un foco especial?

R. No tengo miedo a la luz natural ¿Por qué dice eso?

P. Han hecho unos preparativos de media hora, diciendo que no podían abrirse las cortinas, y que había que cogerle sólo sentado y frente a su foco.

R. Cosas de los productores.

P. Ya. No es que tenga truco hasta en la cara.

R. ¡Míreme! ¿Me encuentra algo?

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