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Tribuna:VUELTA 2000 Sexta etapa: CORRESPONSAL EN EL PELOTÓN
Tribuna
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Estamos amparados

Rápido, rápido. Hemos empezado la jornada al contrario que el resto de los días anteriores. Hasta ahora sólo acelerábamos cerca de la meta. Pero hoy ya se ha disparado la carrera desde la salida. Quizá porque hay corredores con bastante tiempo perdido en la general, que buscan las escapadas, como Cabello, Bermejo y Di Luca. Se han unido los tres y, una vez que se ha consolidado la fuga, hemos avanzado con cierta calma en el pelotón. Aún así, se observaba el nerviosismo en los ojos.La carrera circulaba por Gandía, un lugar donde entra en viento de la mar. Es decir, abanicos, nervios, empujones para entrar entre los primeros. Era una falsa alarma. El viento no soplaba con fuerza. No nos ha afectado el aire, pero sí una gran caída poco después de entrar en la autovía. Allí he visto a Escartín, Tonkov y alguno más.

Es natural: un pelotón muy numeroso, con las fuerzas intactas, con muchos queriendo ir adelante y eso es imposible. Sin embargo, los corredores estamos amparados. Para el peligro que conlleva, no se producen las desgracias que podían ocurrir fácilmente. Sólo chapa y pintura, que decimos los ciclistas. Un poco de "betadine" y listos. A correr otra vez.

Resulta curioso. Cuanto más rápido se corre, menos caídas hay. Las peores lesiones nos sorprenden cuando ruedas tranquilamente, hablando, y al caer pones la mano con el riesgo consiguiente de partirte el codo o cualquier otra articulación. Y no sólo por eso. Nuestro deporte se practica por las carreteras y hoy en día muchas están protegidas por quitamiedos, que para los motoristas y los ciclistas suponen una trampa mortal. De todos modos, no hay accidentes tan graves para lo que podía ocurrir.

Yo, un día más, no me he caído. Pero por un pelo. Porque íbamos por el lado derecho y la caída ha empezado en el lado contrario. Nos hemos cortado, eso sí. En el primer grupo han acelerado y a los de atrás nos ha sido imposible enlazar. Además, me he quedado sin dos compañeros. Alberto Martínez ha tomado la salida muy castigado, dañado por las caídas de ayer. No ha aguantado con la velocidad del pelotón. Chaurreau está más grave. Se ha producido un par de cortes profundos en las piernas. El 2000 es un año negro para él.

Esperemos que se calme la carrera cuando llegue a la montaña. Al fin y al cabo, todo esto es típico de la primera semana: caídas, montoneras, abandonos... Y aquí no podemos quejarnos. Unipublic nos ha dibujado un buen itinerario, por carreteras anchas. Que sigan así.

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