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Gore y Lieberman se presentan como opciones de futuro frente a la "vieja guardia" republicana

Al Gore, en el discurso clave de sus 28 años de vida política, planeaba presentarse a sus compatriotas, en la madrugada española de hoy, como un candidato a la presidencia con mejor historial y mejor programa de Gobierno que su rival republicano George W. Bush; un candidato capaz, junto a su opción a vicepresidente, Joe Lieberman, de "romper las barreras raciales" en Estados Unidos. Gore, según adelantó ayer en Los Ángeles, pensaba denunciar que Bush pretende "devolver a Estados Unidos al pasado", mientras que él promete "prosperidad, progreso y cambios reales".

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Consciente de que tiene un serio problema de imagen, Gore iba a hacer un gran esfuerzo por humanizar su personaje y desprenderse de la etiqueta de que es un político inteligente y trabajador, pero frío y tecnocrático. "Gore", había dicho Joseph Lieberman, "es un hombre de familia y de fe, de coraje y de convicciones". Las vísperas de la intervención de clausura de Gore fueron todo un maratón para presentar a los norteamericanos al "verdadero Gore". El actor Tommy Lee Jones, que fue su compañero de dormitorio en Harvard, evocó al joven divertido y aventurero que fue el candidato demócrata, y su hija Karenna, al padre atento y cariñoso. Lieberman, su candidato a la vicepresidencia, recordó que se presentó voluntario para ir a Vietnam y que fue uno de los pocos senadores demócratas que votaron a favor de la guerra del Golfo.

La intervención de Lieberman permitió descubrir las cualidades de orador cálido y con gran sentido del humor de este senador judío por Connecticut. Lieberman cerró oficialmente sus diferencias con el sector negro del Partido Demócrata contando que él participó en la histórica Marcha de Washington organizada por Martín Luther King y declarándose a favor de "no terminar con la discriminación positiva". Y argumentó que su elección como número dos de Gore es la prueba de que esta candidatura pretende "romper las barreras" raciales y culturales que todavía existen en EE UU.

Con gran efectividad, Lieberman subrayó que "existen diferencias reales" entre las candidaturas republicana y demócrata a la Casa Blanca. Detalló algunas de ellas criticando directamente al Estado gobernado por Bush. "Tejas", dijo, "lidera a la nación en el porcentaje de residentes que no tienen seguro médico" y "tiene una de las peores calidades de agua y aire de EE UU". Y luego remachó: "La idea republicana de la modernización de las escuelas es comprarles nuevos calendarios".

Lieberman, que va ser un gran activo en la campaña de Gore, consiguió entusiasmar a los delegados demócratas. Pero la clase política y los medios de comunicación de EE UU esperaban anoche con verdadera expectación la intervención de Gore. Sólo otra noticia llamaba su atención: el cáncer de piel que le ha sido diagnosticado al senador republicano John McCain, que tras disputarle las primarias a Bush hace ahora campaña a su favor. McCain, que ya fue tratado con éxito de otros melanomas en 1993, fue ingresado ayer.

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