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El nuevo abad de Montserrat dice sentirse "pobre" ante su misión

Más de mil personas presenciaron ayer la ceremonia de bendición del nuevo padre abad de Montserrat, Josep Maria Soler i Canals, elegido democráticamente por la comunidad benedictina el pasado 16 de mayo en sustitución de Sebastià Maria Bardolet. El nuevo abad, de 54 años, que dijo sentirse "pobre" ante su nueva misión, recordó en su discurso de posesión a los afectados por las graves inundaciones del pasado 10 de junio.

Asistieron al acto el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol; el consejero de Presidencia, Joaquim Triadú; el de Interior, Xavier Pomés, y el de Cultura, Jordi Vilajoana. Asimismo participaron en la ceremonia la mayoría de los obispos de Cataluña y de los superiores benedictinos de España, y algunos abades extranjeros.En una celebración presidida por el arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles, el nuevo padre abad dijo sentirse "pobre ante la misión que Dios" le ha encargado, aunque confía en llevarla a cabo con la ayuda de su comunidad y de los fieles.

Soler i Canals renovó "el espíritu de servicio al país que tiene Montserrat". El nuevo abad tuvo un recuerdo emocionado para sus padres y rindió homenaje a los 2.500 monjes que, dijo, "buscaron a Dios desde esta casa a lo largo de toda su historia".

La bendición estaba prevista para el pasado 24 de junio, pero se suspendió a causa de las inundaciones que padeció la abadía dos semanas antes. Soler i Canals dirigió unas palabras a los vecinos de los municipios afectados, sobre todo los de Monistrol de Montserrat, Collbató, El Bruc y Marganell: "Los destrozos causados por el agua nos hicieron sentir vuestro su sufrimento". El abad agradeció las muestras de solidaridad recibidas.

Justamente hoy se abre al tráfico la carretera B-112 de Collbató a Monistrol, cortada a raíz de las inundaciones, la única que aún estaba cerrada. En las restantes prosiguen los trabajos para evitar el desprendimiento de rocas y tierra, y hay restricciones temporales de circulación. El teleférico y el funicular de San Juan ya funcionan, pero no así el de la Santa Cueva, que estará listo en enero. Los trabajos más urgentes en el monasterio ya han terminado. Ahora se trabaja en la ampliación de los colectores.

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