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El Vaticano 'ficha' a Camdessus, ex director del Fondo Monetario

El ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI), el francés Michel Camdessus, ha pasado a engrosar la lista de consultores ilustres del Vaticano apenas un año después de abandonar su cargo en la poderosa institución. Camdessus, según ha adelantado la prensa italiana, ha sido llamado ahora por Karol Wojtyla a formar parte del Consejo Pontificio, Justicia y Paz, un organismo que se ocupa, entre otras cosas, de las cuestiones relativas a la cancelación de la deuda externa de los países pobres.El banquero francés, que hace diez años participó como consultor en el trabajo previo a la elaboración de la encíclica de Juan Pablo II, Centesimus Annus, había sido recibido ya por el Papa en 1997 y ha participado este año en el Jubileo de los financieros y en el seminario organizado por la Fundación Centesimus Annus sobre ética y finanzas.

La incorporación de Camdessus a la élite de consultores de la Santa Sede confirma el interés del Pontífice por incorporar a la compleja red de organismos consultivos que apoyan a los órganos de gobierno del Vaticano a los profesionales de las finanzas de mayor relevancia internacional.

Otro peso pesado de la banca mundial, Hans Tietmeyer, ex gobernador del Banco de Alemania (Bundesbank), figura en la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales desde 1994. El nombre de Tietmeyer, católico practicante, fue barajado el año pasado como posible nuevo responsable de la banca del Papa.

Supervisión de las finanzas

En la Academia de las Ciencias Sociales, surgida del impulso consultivo que precedió a la elaboración de la encíclica Centesimus Annus, publicada en 1991, se sientan ya diversos economistas y banqueros que aportaron sus conocimientos al Pontífice en aquella ocasión. Entre ellos figuran varios premios nobel de Economía, como el francés Edmond Malinvaud, el estadounidense Kenneth Arrow o el profesor indio Partha Dasgupta.Los primeros pasos de acercamiento de la Santa Sede a las altas finanzas internacionales los dió Juan Pablo II a comienzos de los años ochenta, cuando optó por sustituir con banqueros y especialistas laicos los puestos claves del Instituto de Obras de Religión (IOR), conocido como el Banco del Papa, a raíz del escándalo de la quiebra del Banco Ambrosiano que salpicó al IOR y a su entonces responsable, Paul Marcinkus. Wojtyla, a través de su entonces Secretario de Estado, el fallecido cardenal Casaroli, crearía incluso en 1989 un organismo supervisor de la banca vaticana, del que forma parte, entre otros, el banquero español José Sánchez Asiaín, ex presidente del BBV.

En 1990 entró a formar parte de este organismo Virgil Dechant, en representación de los Caballeros de Colón, una organización católica que figura entre los principales financiadores privados de la Santa Sede.

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