Garzón rechaza la recusación del fiscal antidroga contra Ruiz Polanco
El magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha rechazado la recusación planteada por el fiscal jefe antidroga, Juan Ortiz Úrculo, contra el juez Guillermo Ruiz Polanco. Garzón, sin llegar a entrar en el fondo de las causas alegadas, esgrime un motivo técnico: que la puesta en libertad del presunto narcotraficante Alfredo Cordero, que desencadenó la recusación, ha sido declarada nula y, por ello, la recusación carece de sentido. Aun así, sugiere que su colega debía haberse abstenido en ese caso.
La recusación fue planteada por el fiscal jefe Antidroga, Juan Ortiz Úrculo, después de que el pasado día 12 el juez Ruiz Polanco pusiera en libertad bajo fianza de 25 millones de pesetas al presunto narcotraficante Alfredo Cordero. Éste, procesado por su relación con un alijo de casi 5.000 kilos de cocaína aprehendidos en Tapia de Casariego (Asturias), había estado más de dos años en paradero desconocido hasta que fue detenido el pasado febrero. Además, Cordero había cambiado de abogado a finales de abril y había contratado al letrado de Pamplona Javier Morales, conocido de Ruiz Polanco desde que éste estuvo destinado en Navarra.El juez concluyó el sumario el pasado día 2. Y como la defensa de Cordero no recurrió la decisión, ésta se hizo firme. Por tanto, cuando Ruiz Polanco acordó el pasado 12 la puesta en libertad del presunto narcotraficante, ya no era competente para ello.
Garzón admitió el recurso del fiscal contra la libertad de Cordero y ordenó su detención, aunque en realidad anuló todo lo actuado desde el 2 de junio tras la conclusión del sumario por falta de competencia. Y al anular el auto de libertad de Cordero, queda sin contenido la recusación.
Garzón, sin embargo, llega a contemplar el caso hipotético de que en el futuro se revocase la conclusión del sumario, y señala que deberían valorarse entonces las circunstancias del caso, "tanto la posible abstención [de Ruiz Polanco] -como parecería lógico- como la potencial recusación".
Graves acusaciones
El magistrado aprecia, en todo caso, que la Fiscalía Antidroga y el juez Ruiz Polanco se han cruzado graves acusaciones, que a él no le corresponde resolver. "La gravedad del relato de hechos que contiene el escrito de recusación se manifiesta y deberá ser valorada, en su caso, por quien corresponda", dice el auto. Y añade: "El informe del instructor recusado de 28 de junio de 2000 contiene argumentos y afirmaciones que se refieren al sumario y a miembros del ministerio fiscal con imputaciones graves que, aun cuando puedan considerarse argumentos de defensa en la recusación, es lo cierto que tienen relevancia por sí mismos y pueden determinar otro alcance en una esfera procesal o sustantiva distinta, y que no corresponde decidir a este instructor".
La Fiscalía Antidroga sugería la posible existencia de una prevaricación (dictar a sabiendas resolución injusta) en la actuación de Ruiz Polanco al poner en libertad a Cordero. El juez recusado señala en su escrito de defensa que en el sumario no existen pruebas de cargo contra Cordero y viene a sugerir que la Fiscalía Antidroga inició una persecución injustificada contra Cordero después de que fuera absuelto en la Operación Nécora. Garzón precisa que esa afirmación contradice las propias decisiones de Ruiz Polanco.
