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Los dos sectores de CC OO afrontan la jornada decisiva del congreso sin acuerdo

Santiago Bengoa, secretario general saliente de CC OO y candidato oficial a la reelección, aseguró ayer ante el plenario del VII Congreso de su sindicato en Euskadi que desconoce cuáles son las diferencias entre la corriente oficial y la crítica. Bengoa dijo que los motivos expresados por el sector crítico, encabezado por Josu Onaindi, responsable de la federación de comunicación y transportes, no son suficientes para presentar una candidatura alternativa y abogó por la lista única. Sin embargo ayer no hubo acuerdo.

Bengoa, recordó en su informe de gestión, que será votado hoy, el incremento de diez mil afiliados en los últimos cuatro años (ahora tiene 50.000) y achacó el "inadecuado" funcionamiento del diálogo social en el País Vasco al papel frentista de los sindicatos nacionalistas ELA y LAB y a "la falta de sensibilidad del propio Gobierno vasco". En su intervención ante los 395 delegados asistente (el 18% son mujeres), Bengoa quiso ser tajante al afirmar que todo el sindicato está "contra la violencia" y que esa no es una de las diferencias fundamentales. Esta intervención fue ampliamente aplaudida por los delegados, sobre todo cuando recordó al fundador y militante de CCOO, José Luis López de Lacalle, asesinado por ETA. La unidad en este punto no ocultó, sin embargo, las diferencias reales que existen entre los dos grupos, en gran medida por el papel que consideran que debe jugar la central ante la violencia. Mientras el sector oficial es partidario de estar siempre con las víctimas, los dirigentes del sector crítico han puesto pegas a la participación de CC OO en las últimas manifestaciones de condena. Al final de su discurso, Bengoa recibió los aplausos del plenario de forma repartida. Algo más de la mitad de los presentes se puso en pie, incluido Onaindi, mientras que el resto se mantuvo sentado y dividido entre la opción de aplaudir y la de no hacerlo.

La jornada de ayer se caracterizó por la falta de acercamiento entre las dos candidaturas a la secretaria general, que parecen contar con un número de apoyos similares. La teórica discrepancia está en la fórmula de participación de las federaciones en la dirección del sindicato. Bengoa propuso la creación de una ejecutiva de 36 miembros, en la que estarían representadas las 11 federaciones, además de otros cargos que ya existen en la dirección actual. Sin embargo, los seguidores de Onaindi consideran que esa incorporación de las federaciones se realiza "de manera formal pero no en la práctica", dado que "un elevado número de personas no sería operativo para la dirección cotidiana del sindicato". Onaindi propone una ejecutiva de 23 miembros, más el secretario general, con representación de las 11 federaciones, los cuatro representantes territoriales y ocho puestos para secretarías de área. En su opinión, su iniciativa recoge "el malestar latente" que existía en las federaciones por "un distanciamiento entre la dirección confederal y su trabajo diario".

Minutos antes del comienzo del congreso, al que acudieron el alcalde de Vitoria, el popular Alfonso Alonso, y el presidente del Parlamento, Juan María Atutxa, Onaindi aseguró que contaba con el respaldo de siete federaciones, lo que le otorgaría la mayoría y el derecho a encabezar una hipotética lista conjunta.

Sin embargo, las cosas no están tan claras. Ayer por la tarde las distintas federaciones discutieron el informe del secretario general y fue Bengoa el que obtuvo la mayoría en siete federaciones, aunque en tres de ellas por los pelos (servicios, químicas y construcción). Onaindi obtuvo la mayoría en las dos más fuertes (metal y comunicaciones y transportes). En todo caso, el voto en las federaciones se hizo a mano alzada, mientras la elección final se hará con voto secreto.

Nadie tiene todos los triunfos en la mano y aunque aún no se han producido negociaciones entre las dos candidaturas, tampoco se descarta un acuerdo final. Bengoa emplazó a Onaindi a aprovechar el tiempo que queda hasta hoy a las 16.00, cuando termina el plazo de presentación de candidaturas, "para recuperar el consenso y cerrar el congreso con una única lista".

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Guardar las formas

En el VII Congreso de CCOO nadie ha perdido los papeles. La "decepción" de Santiago Bengoa, actual secretario general y candidato oficial, no ha impedido que la organización se haya encargado de aparentar que no pasa nada. Los últimos días se ha buscado el consenso entre todas las partes implicadas en el desarrollo del congreso, porque no se quería ofrecer una imagen de ruptura. Sin embargo, la procesión va por dentro. Poco diálogo entre los dos frentes y mucho recuento de delegados. La candidatura alternativa se ha convertido en una amalgama donde se encuentran viejos troskistas con partidarios del pacto de Lizarra. Todos están en contra de la violencia; sin embargo, críticos y oficiales discrepan sobre la forma de reaccionar. La decisión final está en el aire, las discrepancias son fuertes, y la sensación de puñalada se huele en el ambiente. Pese a todo, en CC OO todos guardan las formas.

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