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Atacada con un artefacto casero una sucursal del BBVA en Pamplona

La explosión de un artefacto causó en la madrugada de ayer daños de escasa relevancia en la puerta de una sucursal del BBVA en el barrio de la Chantrea, en Pamplona. Un empleado de la entidad bancaria aseguró que la bombona de cámping-gas del artefacto no llegó a explotar. Sólo estallaron los artilugios que debían hacer explotar la bomba. Fuentes de la delegación del Gobierno en Navarra informaron de que los atacantes trataron de provocar, alrededor de las 3.25, la explosión lanzando dos cócteles mólotov contra la bombona de gas y el líquido inflamable que estaba dentro de una bolsa de deporte. El líquido provocó un incendio que fue apagado por los bomberos. La sucursal pudo ayer abrir sus puertas al público.Precisamente, el abogado Iñigo Iruin presentó el pasado sábado un recurso ante el Tribunal Supremo para que todos los casos de violencia callejera sean juzgados en el País Vasco y Navarra, en lugar de en la Audiencia Nacional, como se viene haciendo hasta ahora. La Audiencia considera que esos casos constituyen terrorismo urbano y que son de su competencia por aplicación del artículo 577 del Código Penal. Iruin, por el contrario, considera que la quema de un cajero automático puede ser delito de incendio, daños o estragos, pero no terrorismo.

[El fiscal solicitó ayer 208 años de prisión para el etarra Mikel Azurmendi Peñagarikano por el atentado perpetrado el 29 de julio de 1994 en la plaza de Ramales, en Madrid, en el que resultaron asesinados el teniente general Francisco Veguillas, su chofer y otra persona que descargaba un camión en la zona. Azurmendi se negó a declarar, dijo no reconocer al tribunal y el juicio concluyó sin su presencia.]

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