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El crecimiento industrial vasco se concentra en Álava al contar con más terreno y a mejor precio

VIENE DE LA PÁGINA 1 El problema del suelo industrial está muy ligado a la cultura empresarial de cada territorio, en opinión de Antón Zubiaurre, director general de Sprilur. Guipúzcoa tiene una industria de pymes (pequeñas y medianas empresas) de carácter familiar. Vizcaya, sin embargo, está acostumbrada históricamente a las grandes instalaciones productivas, amparadas por el paraguas de las administraciones o las firmas extranjeras. Esta diferente concepción de la empresa ha hecho que los ayuntamientos se impliquen más o menos en la gestión del suelo industrial. Frente a estos dos modelos se encuentra el alavés, que, debido a la firme actuación de sus instituciones y a una orografía privilegiada, cuenta con las mayores reservas de suelo a mejor precio.

"El desarrollo industrial pasa irremediablemente por Álava. Las diferencias son tremendas, y no sería tan importante si superáramos las visiones localistas. La estructura de Euskadi dividida en tres es un freno. Cuando una inversión va a un territorio parece que lo pierden los otros", señala Antton Pérez Calleja, economista y consultor. El precio es la mayor ventaja de este territorio, que además cuenta con una buena red de comunicaciones ferroviarias y por carretera, que le permite conectarse con el puerto de Bilbao y el resto de España y Francia. Solamente la imperiosa necesidad de estar situado cerca del cliente, por cuestiones de logística, obliga a algunas empresas a asumir en su inversión un suelo industrial más caro.

Contaminación y precio final

Además de la orografía, la contaminación se ha convertido en un factor determinante en el precio final. "Vivimos en un 90% en suelos contaminados", indica Zubiarre. La cifra es impresionante, y los es especialmente en las viejas zonas industriales, la bahía de Pasaia o la Margen Izquierda, donde los restos de lindane, plomo y dioxinas conviven con la tierra. La descontaminación del polígono de Sprilur en Erandio de 49.000 metros cuadrados, cuyas obras se espera que comiencen en 2001, ha supuesto una inversión de 1.500 millones de pesetas; la inversión global rondará los 5.500 millones.

A esto se debe sumar que una gran parte del terreno se encuentra en manos privadas, que intentan sacar el mayor provecho de sus propiedades. Por ello, los promotores, alguno privado y en su mayor parte públicos, intentan implicar de una forma cada vez más intensa a las entidades locales. Sprilur, que como sociedad pública dependiente del Departamento de Industria saca los terrenos a la venta a precio de coste, se queja. "Los ayuntamientos deberían actuar con el suelo industrial igual que con las viviendas de protección oficial. Deben involucrarse, especialmente en Vizcaya. Es la Administración más cercana al parado y, sin embargo, son reacios a colaborar. Mientras en Guipúzcoa los ayuntamientos te buscan, en Vizcaya hay que ira buscarles", señala Zubiarre. La composición básica de las sociedades que promueven los polígonos industriales (industrialdeak) es: un 51% de Sprilur, 24,5% de la Diputación correspondiente y un 24,5% de los ayuntamientos. Este modelo, el más general, no es automático en Vizcaya, ya que hay municipios que son reacios a participar en las sociedades.

Sprilur, junto a las actuaciones en polígonos industriales (ver gráfico) trabaja también en la promoción de pabellones industriales para pymes. La variación del precio de suelo entre territorios no son tan representativas en el caso de los pabellones. El único requisito para hacerse con un local, si es que hay disponibles, es contar con un proyecto. Se firma un contrato por nueve años, con opción de compra a los cinco años, al mibor más 1,25. En el caso de optarse por la compra, no se puede vender hasta los nueve años y el comprador preferente es la sociedad que promueve los pabellones. Además, si el proyecto industrial fracasa se abona al empresario el 75% de las amortizaciones y la cifra que corresponda a las instalaciones montadas; una situación que permite a Sprilur su posterior venta.

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Junto a Sprilur y alguna pequeña inciativa privada, en la promoción de suelo industrial en Euskadi también juega un papel importante la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), dependiente del Ministerio de Economía. Esta sociedad prepara en la Margen Izquierda, en el Abra Industrial (ver gráfico) y en Galindo, suelo procedente de antiguas empresas públicas, especialmente Altos Hornos de Vizcaya. Este suelo saldrá a un precio de mercado próximo a las 25.000 pesetas el metro cuadrado y buscará que las empresas que allí se instalen recoloquen excedentes laborales de las antiguas industrias públicas reconvertidas o cerradas.

La comarca, una fórmula para encontrar más recursos

Sprilur, Sociedad para la Promoción de Suelo y Construcciones Industriales, se encuentra volcada en la obtención de suelo industrial al mejor precio posible y en el mayor número de lugares posibles. Sin embargo, en muchas ocasiones se topa con el difícil escollo de la financiación, la falta de recursos. Hay industrialdeak que quieren ampliar el espacio disponible para nuevas empresas y no pueden hacerlo, porque el municipio en el que están ubicados no cuenta con terrenos disponibles. Este freno al crecimiento ha llevado a Sprilur a poner en marcha una campaña de comarcalización. Con ella se pretende agrupar a las sociedades para utilizar de forma más eficiente los recursos. La idea es que el dinero que sobra en un polígono industrial pueda destinarse a otro que lo necesite. De momento, la idea ha sido bien aceptada por los ayuntamientos: La recaudación de los impuestos municipales, un posible escollo, se hará en función de la participación de cada municipio en el accionariado de la sociedad promotora del parque industrial. Con este espíritu se han puesto en marcha las dos primeras iniciativas en en los polígonos de Tolosaldea y Arratia.

Por otra parte, la actuación de Sprilur se dirige también prioritariamente a las zonas más desfavorecidas: Margen Izquierda, con una tasa de paro del 18,6%, y la bahía de Pasaia, con un desempleo del 17,5%.

Apoyo a 'pymes'

Además de pensar en las grandes inversiones industriales, que son las menos, Sprilur trata de dar salida a las pymes vascas. Sprilur cuenta con 33 sociedad de pabellones industriales y 17 de suelo industrial disponibles al día de hoy, repartidos en los tres territorios, y su superficie ocupada ronda casi el 100%.

El nivel de ocupación de los 58.224 metros cuadrados de pabellones en Álava es del 97,89%. En Vizcaya, los 101.148,09 metros cuadrados de pabellones tienen una ocupación del 94,22%. En Guipúzcoa, con 313.015 metros cuadrados, la ocupación alcanza el 94,22%. Estos porcentajes de ocupación, según reconoce la propia Sprilur, reflejan la urgencia de que los proyectos en marcha lleguen pronto al mercado. Esta alta demanda se justifica en el prolongado ciclo de crecimiento que vive la economía vasca.

Además de proveer suelo o pabellones a las empresas, Sprilur pretende con su actividad limitar la especulación inmobiliaria, que impediría la competitividad de las empresas. Ssus responsables consideran que, una vez solucionado el problema de escasez de suelo, y ya que las diferencias de precio son irremediables, las sociedades vascas se podrán centrar en su internacionalización.

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