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Reportaje:

Los barrios se rebelan

Los barrios de Barcelona se unen para plantar cara a la política urbanística del Ayuntamiento. Consideran que el urbanismo municipal está en crisis y han decidido agruparse para defender los intereses de los vecinos frente a las grandes inmobiliarias y las promotoras de centros comerciales y de ocio. Así lo dijeron los portavoces del recién creado Fòrum Veïnal Barcelonès en su primer acto público, celebrado el miércoles.Una treintena de plataformas que agrupan a más de 200 entidades cívicas desgranaron una larga lista de agravios urbanísticos: desde la Illa Myrurgia de la Sagrada Familia, a Diagonal Mar y el proyecto Barça 2000; desde la construcción de la Illa Sandoz de Sarrià y el que fue campo del Espanyol al proyecto de traslado de la cárcel Modelo. Todos estos proyectos, según el foro, tienen en común un planteamiento especulativo, la pérdida de patrimonio público y la dejación de responsabilidad por parte del consistorio. "No podemos permitir que sean las grandes superficies de ocio y comerciales las que marquen la movilidad y el urbanismo de la ciudad", resumió el vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona, Andrés Naya.

Al acto asistieron unos 150 representantes de entidades que escucharon con atención las experiencias contadas por sus compañeros poniendo de relieve que las necesidades más acuciantes de los barrios guardan poca relación con las grandes obras en marcha, tales como La Maquinista en Sant Andreu, el gran centro de ocio que la multinacional británica Heron levanta en Nou Barris o Diagonal Mar en Poblenou, promovidas por inmobiliarias. Frente a estas operaciones se citaron los casos de los barrios de Roquetes,Torre Baró y Trinitat Nova como algunas zonas que llevan años esperando que les toque el turno de reforma urbanística.

La idea de crear el nuevo foro vecinal partió de una asociación de vecinos -la de Sarrià- muy sensibilizada con operaciones especulativas como la Illa Sandoz, donde, según dijo el arquitecto Mariano Messeguer, se han construido 12.000 metros cuadrados más de techo de los que permite la normativa.

La intervención de este veterano profesional fue una de las más aplaudidas cuando afirmó que no es casual que se hayan infligido tantas agresiones contra el territorio barcelonés, de las que culpó la presión que ejercen las inmobiliarias y los bancos. En medio del jolgorio general, el arquitecto recordó los tiempos del alcalde José María Porcioles, en los que se construía en zonas verdes. "Ahora también", apostilló. Las palabras del portavoz del Poblenou conmovieron al auditorio del centro cívico Ateneo Fort Pienc, donde se celebró el acto. Se refirió a los millares de viviendas que se están levantando en el viejo barrio industrial y dijo que en cuestión de meses la población aumentará al doble de la actual, mientras que las instancias oficiales dan largas al necesario incremento de equipamientos para atender las nuevas necesidades.

Faltan, entre otros servicios, centros sanitarios, guarderías, centros de día, residencias para los mayores e institutos. "Nuestro barrio no es el que era hace dos años ni el de hace dos meses", señaló un vecino de Poblenou, que lamentó que los residentes no hayan podido participar en los planes urbanísticos que afectan a tres cuartas partes del barrio.

Los segundos en nombrar a Porcioles fueron los vecinos de la Font d'en Fargues porque las 2.000 personas que viven en aquella zona de Horta no le perdonan que pronto se cumplirá medio siglo de la afectación de sus viviendas. Tampoco han bastado 25 años de ayuntamientos democráticos para resolver su situación, contó Jordi Castellà.

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A propósito de Diagonal-Mar hubo varias intervenciones. A la inmobiliaria que está levantando pisos de lujo, los vecinos le recriminaron que, además de privarles de la panorámica del mar de la que disfrutaban, le quieren quitar hasta el nombre del barrio, "que existe desde hace 29 años, aunque ellos ahora dicen que es nuevo".

Una joven pidió la palabra para señalar que pertenece a un colectivo de 200 familias afectadas por la Unidad nº 8 de Diagonal-Mar. "Nos quieren echar de nuestros pisos y realojarnos en un lugar fuera del barrio", aseguró.

El proyecto municipal de la conocida como Illa Myrurgia, donde tenía su sede la empresa de perfumes, en el barrio de la Sagrada Familia, ocupó un lugar preferente en el primer acto del Fòrum Veïnal Barcelonès. Arreciaron las críticas al Ayuntamiento por cambiar la calificación de unos terrenos de 10.000 metros cuadrados que se privatizarán al construir pisos de alto nivel y un centro deportivo privado. La campaña vecinal, bajo el lema Salvem l'illa Myrurgia, pide que se destine el solar a residencia, guardería y casal de jóvenes, necesarios en un barrio muy densificado, al tiempo que anuncian que hoy volverán a cortar el tráfico entre las calles de Mallorca y Nàpols.

El único concejal que asistió al acto fue Joan Puigdollers, de Convergència i Unió. Los organizadores informaron de que convocaron a todos los grupos con representación municipal. Esquerra Republicana estuvo representada por el responsable de política municipal.

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