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El buen 'rollo' solidario

La Fiesta de la Diversidad es un escaparate de causas justas. Una clase de antropología y gastronomía. Un espacio de libertad donde no existe Ley de Extranjería, ni papeles ni siquiera policía. La octava edición, celebrada en el Moll de la Fusta de Barcelona, ha congregado durante el fin de semana a 55.000 personas que han convertido la expresión coloquial "buen rollo" en su norma de comportamiento.La edición de este año ha estado marcada por la posible reforma de la Ley de Extranjeria, anunciada por el Gobierno del Partido Popular, así como por los últimos actos xenófobos de El Ejido, Lepe y Barakaldo. Desde SOS Racisme, entidad organizadora de la fiesta reivindicativa, se pide la derogación de la Ley de Extranjería y el derecho al voto de los inmigrantes como ciudadanos de pleno derecho.

Para escenificar estas reivindicaciones, la fiesta estuvo plagada de actos simbólicos. Un muro de cartón piedra que los asistentes derribaron representaba las barreras que España y la Unión Europea ponen a la inmigración; una urna situada en el último peldaño de una escalera inestable simbolizaba la dificultad que encuentran los inmigrantes para acceder a sus derechos cívicos.

Estos mensajes se acompañaron de música desde los tres escenarios instalados en el recinto, que ofrecieron desde reggae hasta raid pasando por el son y el rock en catalán.

Junto a las actividades lúdicas, SOS Racisme organizó una serie de mesas redondas donde se debatió sobre la integración de los inmigrantes en la sociedad. El foro que desmenuzó a los medios de comunicación y su papel social fue muy crítico con las televisiones, tanto públicas como privadas, por su escasa oferta de programas de concienciación social y cultural, y por relegarlos a horarios de audiencia reducida.

"Las televisiones privadas están obsesionadas por los índices de audiencia y las públicas, demasiado intervenidas por el poder", dijo la realizadora de televisión Lala Gomà en una visión pesimista del futuro. La prensa escrita no quedó al margen de las críticas por el tratamiento poco riguroso, se dijo, que hace de los temas relacionados con la inmigración. La portavoz de SOS Racisme, Núria Vives, señaló que a menudo la prensa contribuye a crear alarmismo en la opinión pública: "Es exagerado titular la llegada de 20 inmigrantes con un 'alud' o 'avalancha".

En otro de los debates se abordaron diferentes estrategias para evitar la exclusión social de jóvenes e inmigrantes. Anna Pérez, de la Asociación Cultural Teb del Raval de Barcelona, puso como paradigma el aula de informática de su organización. Esta experiencia aprovecha la curiosidad que las nuevas tecnologías despiertan en los jóvenes para darles una formación útil en el mercado laboral.

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Por su parte, el modelo que está desarrollando el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet, una población tradicionalmente receptora de inmigración, se centra en fomentar el conocimiento mutuo de las comunidades de diversos orígenes. Para ello, se organizan seminarios en los que emigrantes llegados a Cataluña en los años sesenta explican su experiencia a los recién llegados.

Josep Guardiola, de SOS Racisme, destacó la ausencia de incidentes durante la tres jornadas y se mostró satisfecho por la implicación de los visitantes que "no se han limitado a pasear por el recinto, sino que han participado activamente en los actos".

Jordi Roviralta

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