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EEUU y el Reino Unido ordenan a sus ciudadanos que salgan de Freetown

La confusión y el pánico se han adueñado de la capital de Sierra Leona. EEUU y el Reino Unido han ordenado la salida de sus nacionales y reducido al máximo su presencia diplomática. Naciones Unidas, que en la madrugada de ayer anunció que los rebeldes del Frente Revolucionario Unido (RUF) se hallaban a 20 kilómetros de Freetown, ayer se desmintió a sí misma, aunque reconoce que hay combates en el interior entre el RUF y los cascos azules.

El portavoz oficial del contingente de la ONU en Freetown, Philip Winslow, aseguró ayer que la capital no se halla amenazada, aunque admitió duros combates entre unidades guerrilleras y cascos azules. Una fuente militar de este contingente de paz aseguró ayer que esta lucha se concentra en las localidades de Masiaka y Rogberi, a 65 kilómetros de Freetown. Las tropas de paz de Naciones Unidas han llegado a emplear un helicóptero artillado para frenar el avance del RUF. "Les hemos bombardeado; les hemos bombardeado pero bien", dijo el militar.Los rebeldes tomaron ayer el control de Lunsar, próximo al lugar de los combates, donde el sábado aparecieron vestidos con los uniformes y vehículos todoterreno de parte de los casi 500 cascos azules secuestrados por el RUF la semana pasada.

La ONU preparaba ayer una delegación mixta con los rebeldes, con la mediación del enviado especial de Libia, Ali Tureiki, con el fin de negociar la liberación de sus hombres. No se descartaba anoche la presencia en la delegación del jefe histórico del RUF, Foday Sankoh, un hombre errático que dice no tener comunicación directa con el grupo secuestrador, posiblemente al mando de su número dos, Sam Bockarie, alias general Mosquito. El que si viaja hoy a Freetown es Bernard Miyet, secretario adjunto de la ONU para operaciones de mantenimiento de paz, con la misión de acelerar la liberación de los secuestrados.

En Masiaka, el contingente nigeriano que la defendía fue retirado ayer. Entre esta localidad y la península de Freetown todo está en calma y los vehículos circulan con normalidad. Pero el fantasma de lo ocurrido el 6 de enero de 1999, cuando el RUF sorprendió a las tropas africanas de interposición, la mayoría de ellas procedentes de Nigeria, y conquistó las dos terceras partes de la ciudad amputando las extremidades a casi mil civiles, ha provocado una oleada de pánico.

El barco que suele efectuar el recorrido entre la capital y Lungi se ha visto desbordado por los civiles que desean ponerse a salvo. Los Gobiernos de EEUU y el Reino Unido no han contribuido a calmar las cosas al ordenar ayer la salida de sus nacionales. Es más, Londres anunció anoche que un batallón de paracaidistas junto con una fragata, un portahelicópteros y tres barcos de apoyo de la Marina del Reino Unido serán enviados a Africa Occidental para proteger a los británicos en caso de ser necesario. Italia evacuó ayer de Sierra Leona a un grupo de 20 nacionales.

El RUF y sus aliados (antiguos militares golpistas) firmaron el 7 de julio de 1999 un acuerdo de paz en Lomé, por el que se comprometieron a entregar sus armas a cambio de una amnistía. La entrega de los arsenales es la que ha provocado la actual crisis.

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El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió ayer en Nueva York para tratar este asunto. La misión de Sierra Leona, con 11.100 cascos azules aprobados, es la más importante de todas las que mantiene este organismo en el exterior. De esos 11.100 soldados ya se encuentran en el país 8.700 y el resto está a punto de llegar. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha efectuado un sondeo entre los países de mayor peso en la ONU para conocer su disponibilidad a un eventual envío de una fuerza rápida capaz de rescatar a los casi 500 cascos azules secuestrados. Por el momento, nadie ha respondido.

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