Los liberal demócratas arrebatan a los 'tories' un escaño
Un sector del electorado británico dio un varapalo al bipartidismo, el sistema tradicional de alternancia política, volcando su apoyo total al Partido Liberal Demócrata en las elecciones del pasado jueves. La tercera fuerza del país arrebató por amplia mayoría el escaño parlamentario de Romsey, en el condado sureño de Hampshire, que quedó vacante tras la muerte del diputado conservador Michael Covin y se sometió a votación coincidiendo con los comicios municipales. La victoria de Sandra Gidley, candidata por los liberal-demócratas, fue posible gracias al voto táctico de los votantes laboristas, que apoyaron en masa la candidatura liberal-demócrata. La nueva diputada tornó una mayoría tory de 8.000 votos en 3.000 votos a su favor en una de las circunscripciones más seguras del partido de William Hague. Los resultados, dijo Gidley, indican que los británicos "no han olvidado ni perdonado" a los conservadores y se impacientan por la tardanza del Gobierno laborista en cumplir sus promesas de 1997.
Con el voto táctico, el electorado de Romsey repite una estrategia que permitió la masiva victoria de los laboristas en las últimas elecciones generales. Entonces, la movilización se efectuó contra los tories y los liberal-demócratas cedieron su voto al partido de Tony Blair en las circunscripciones que se creían en peligro.
Esta vez, la jugada salió cara al Partido Laborista, que no pudo tan siquiera recuperar el depósito electoral, al conseguir menos del 5% de los votos. Pero la unión de fuerzas contra los conservadores representa también un rotundo rechazo a las proclamas de creciente tono xenofóbo que ha dominado la retórica de Hague en los últimos meses.
Blair, por su parte, confía en que el voto táctico se torne a su favor cuando acuda a las urnas, el año próximo probablemente, con la esperanza de ganar un segundo mandato.
