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Tribuna:LOS ESTUDIANTES DE MEDICINA-MIR
Tribuna
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Cómo resolver el conflicto

Ofrece el autor una serie de pautas para solucionar la situación de los estudiantesde Medicina-MIR en España.

Con la formación de cada nuevo Gobierno existe una nueva oportunidad de resolver problemas, pero cada nuevo Gobierno prioriza sus objetivos quedando relegados temas, que si bien existe voluntad de resolverlos éstos no alcanzan solución por múltiples causas durante la legislatura.Probablemente sea el caso de los estudiantes de Medicina-MIR.El número de alumnos de Medicina tiene un precio elevado. Cada médico que formamos en España en la actualidad tiene un coste para el Estado superior a los 50 millones de pesetas, debido a que los propios estudios de Medicina son caros (los hospitales universitarios son más caros que los no universitarios y encarece el producto sanitario) y la obligación de realizar un posgrado mínimo de dos años, para la libre circulación en la Comunidad Europea, que en España se ha optado exclusivamente por la vía MIR, con su correspondiente financiación.

Desde 1976, año que ingresaron en las Facultades de Medicina más de 25.000 alumnos, se estableció el sistema MIR como vía para la obtención del título de especialista mediante el Real Decreto 2015/1978, con una oferta inicial de plazas MIR muy restringida en torno a las 2.000 anuales, creando un tremendo desajuste, lo que ha conducido a abandonos profesionales, formaciones alternativas a la vía MIR, y saturando de distintas formas el sistema sanitario de médicos, hasta llegar a la actualidad con ingresos anuales en las facultades de nedicina de 4.200-4.500 alumnos nuevos y una oferta anual MIR del orden de 5.000 plazas, pudiendo considerar esta corrección a la baja en 25 años como suficiente, no entendiendo la sociedad las huelgas y manifestaciones periódicas que realizan estos futuros profesionales.

La primera pregunta que debemos hacernos es si un sistema sanitario con más médicos es más eficiente. La contestación es no; es más, un exceso de médicos lleva a un mayor gasto y no mejora muchos de los indicadores sanitarios. Pues bien, España en la actualidad supera la cifra de 4 médicos por 1.000 habitantes, estando el resto de países occidentales entre 2-3 médicos por 1.000 habitantes.

La segunda pregunta es si disponemos en los momentos actuales de especialistas formados vía MIR en paro, y la contestación es sí. Es más, la mayoría de las comisiones nacionales de cada especialidad solicitan la reducción de plazas MIR para que no exista más paro de especialistas formados en los próximos años al ser incapaz el sistema sanitario de absorberlos. Actualmente hay más de 16.000 MIR en formación y más de 30.000 alumnos cursando estudios de Medicina.

La tercera pregunta y más trascendental para la sociedad sería cuál es la cifra ideal de alumnos de Medicina de nuevo ingreso para atender a una población de 39 millones de habitantes de forma eficiente, equitativa y solidaria. En los países occidentales, el ingreso varía de un alumno de Medicina por 10.000 a 20.000 habitantes/año.

En España, todavía es el día de nuestra historia democrática que no hemos alcanzado la cifra de un alumno de Medicina por 10.000 habitantes y esto se debe, como se señalaba en el Diario Médico del pasado 10 de marzo a que "los decanos de Medicina, los rectores, el Consejo de Universidades, el Ministerio de Educación, el Ministerio de Sanidad y las autonomías se echan la pelota unos a otros, sin asumir parte de la responsabilidad en el recorte de plazas en el primer curso de carrera, donde está la raíz del problema".

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Las cifras que se manejan en las recomendaciones españolas hablan de alcanzar un máximo de 4.000 alumnos año entre universidades públicas y privadas, y que el Ministerio de Sanidad siga manteniendo el número actual de plazas MIR, o algo inferior, manteniendo un número ligeramente superior de concursantes que el número de plazas MIR ofertadas, lo que no deja de ser una paradoja, ya que aquellos que no obtengan plaza no podrán jamás ejercer la medicina al haber adoptado la vía MIR como única vía de formación, cumpliendo directivas europeas. Y digo paradoja, ya que en otros países la oferta equivalente al MIR suele ser un 10% superior al número de médicos que finalizan sus estudios, ya que la sociedad ha pagado una parte muy importante de los mismos y debe revertir la inversión en atención sanitaria, y no mandándolos al paro una vez licenciados o, lo que es peor, una vez formados como especialistas.

Símplemente mirando costes, cada promoción de 4.000 médicos con su MIR, cuesta la nada despreciable cifra de 200.000 millones y muchos de estos médicos no van a encontrar trabajo, ya que anualmente el sistema sanitario, público y privado, de todo el Estado es incapaz en la actualidad de absorber 4.000 plazas nuevas al año, en un sistema sanitario con más médicos que los países del entorno, como ya hemos señalado.

Si seguimos dejando el ingreso en manos de las actuales facultades de Medicina, rectorados, Ministerio de Educación, autonomías, etcétera, no conseguiremos jamás un ajuste eficiente, entre entradas de alumnos y salidas de especialistas, en función a las necesidades reales de asistencia sanitaria, y con un gasto sanitario actual cercano al 10% del PIB, cifra nada despreciable.

La solución a mí entender debe de pasar por el Parlamento, como en otros países, y que una comisión estudie las necesidades reales del número de médicos y su distribución por especialidades de forma anual o bianual, pudiendo introducir las correcciones que estime necesario, incluso cerrando facultades o bajando el número de alumnos por Facultad. Así lo han hecho países como Francia, Portugal o Bélgica ante el problema del exceso de alumnos en sus facultades de Medicina.

Veamos un ejemplo con cifras publicadas. En Estado Unidos, en 1999 el número de solicitudes para ingresar en las facultades de Medicina fue de 38.529, y sólo ingresaron 16.221, es decir, un médico por cada 15.000 habitantes, siendo el número de plazas equivalentes al MIR dotadas un 10% superior al número de médicos que finalizaron sus estudios.

Si extrapolásemos estos datos a España a día de hoy, y despreciamos el exceso de médicos actuales en el sistema sanitario, el número de MIR actualmente en paro o en formación (16.000 MIR), el número de licenciados que han quedado fuera del MIR al no tener plaza (bolsa histórica de 6.700 médicos), estaríamos hablando de ingresar en todo el Estado un máximo de 2.600 alumnos, y no los 4.590 que ingresaron en el curso académico 1999-2000. Símplemente con el ajuste a las cifras expuestas, supone un ahorro anual de 55.000 millones de pesetas.

Por último, también debemos señalar que en España hay más facultades de Medicina que la media de los países occidentales por habitantes, y además tenemos más alumnos por facultad; ejemplo de facultades tan prestigiosas como Stanford donde ingresan 90 alumnos al año, George Washington (145 alumnos), Johns Hopkins University (120 alumnos), Harvard Medical School (160 alumnos), University of Rochester (105 alumnos), o la Mayo Medical School (45 alumnos) muestran cifras que, al menos, nos deben servir para meditar.

En definitiva, creo que son demasiados años sin una clara planificación en el número de alumnos de Medicina, número de médicos y número de especialistas, probablemente por una falta del principio de coordinación entre las diversas administraciones.

La gravedad está, en que si se tomasen medidas para el próximo curso, empezaríamos a detectar los ajustes, como mínimo dentro de seis años, es decir más allá de una legislatura, pero creo, que en alguna legislatura debe tomarse la decisión de ajustar el número de alumnos de Medicina-MIR a las necesidades sanitarias reales y bien pudiera ser en esta legislatura que acaba de empezar.

Pedro Bilbao Zulaica es ex vicerrector de Ciencias de la Salud de la Universidad del País Vasco/EHU y miembro de la Comisión Nacional.

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