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Del título al descenso en dos años

El modesto TDK Manresa sucumbe tras la hazaña que logró en 1998 de la mano de Creus

El TDK Manresa es un equipo LEB -así se llama la segunda división de baloncesto- tras una década prodigiosa. De la mano de un jugador mítico, Joan Creus, consiguió encaramarse en lo más alto de la Liga ACB hace sólo un par de temporadas, pero el sueño acabó el lunes en pesadilla en la pista del Cabitel Gijón. Se salvaron los asturianos en el último suspiro. Su alegría marcó la condena para el conjunto catalán. En dos años, de un extremo al otro. No hubo tiempo para un proyecto sin el relevo adecuado y, como ya le había ocurrido en las temporadas 1968-1969 y en 1983-1984, el lunes se consumó el descenso y adquirieron mayor sentido las palabras del técnico yugoslavo Bozidar Maljkovic: "Ganar un gran título es la mayor desgracia para un club modesto".El TDK espera sólo una última carambola que lo mantenga en la élite del baloncesto español: que alguno de los equipos de la LEB que consigan el derecho a estar en la ACB no pueda reunir alguno de los requisitos que exige la ACB o que renuncie a su plaza. Así, ha reforzado al Caprabo Lleida, que disputa las eliminatorias por el título de la Liga LEB, con el pívot Alexis Montas, al que tenía cedido al Sabadell (Liga EBA), a la espera de que este equipo ascienda de categoría y renuncie a la misma en beneficio del TDK.

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Por ahora, el Manresa es un equipo LEB, que perderá el patrocinador si no logra una plaza ACB y que debe afrontar de forma inmediata una ampliación de capital de 100 millones de pesetas para salvar, al menos, la situación económica de la institución.

El lastre que acumula de diversos ejercicios con balances negativos (incluido este año) pesa como una losa en el club. Su presidente, el empresario Enric Torres, se mantiene firme en su compromiso de llevar el club a una situación de estabilidad económica. Pero a la debilidad económica anterior, el TDK sumará una reducción de los ingresos previstos por las retransmisiones televisivas ya que se computan por el número de partidos televisados y el lugar que se ocupa en la tabla, y el dispendio que se ha hecho para intentar enderezar con fichajes una temporada que empezó mal desde el primer día.

El TDK ha cambiado esta temporada a sus dos americanos y a su jugador comunitario. Se incorporó un pívot, Dani Garcia, cedido por el Joventut, que ha acabado sentado en el banquillo, y ha cambiado de entrenador: Xavier Rodríguez, un técnico de la casa, sustituyó en enero a Manel Comas, cuyo proyecto no funcionaba. El espíritu Comas y el peso del técnico en el vestuario debía sustituir el vacío que dejó el carismático Joan Creus, pero esta temporada nada ha sido igual. Ni la suerte. Tampoco los americanos fichados inicialmente dieron la talla, las lesiones no respetaron a la plantilla (Millera fue baja durante varios partidos y Capdevila ha tenido una presencia testimonial y ha acabado en el quirófano), y los partidos que antes se ganaban por un punto tras una remontada vibrante, este año se perdieron.

El TDK campeón en 1998 acabó séptimo en la fase regular de la Liga, pero lo bordó en las eliminatorias por el título. Saliendo siempre con el factor pista en contra superó a Estudiantes, Real Madrid y Tau Vitoria, pero corrían otros tiempos por el Nou Congost de Manresa.

El TDK consiguió el máximo galardón deportivo tras cuajar varias temporadas a un excelente nivel. Acabó séptimo en 19944, repitió el cuarto puesto en las dos siguientes y ganó la Copa del Rey de 1996 con un triple final para el recuerdo de Creus. Pero el veterano base, que se retiró el año pasado, no estaba solo. En ese TDK campeón de Copa jugaba Esteller y una tripleta de extranjeros formada por Harper Williams, Linton Townes y Tellis Frank que dio un gran resultado. La baja de Esteller, que regresó al club de su vida, el Barcelona, se suplió con la contratación de Capdevila, otra joven promesa que brilló a gran altura en sus dos primeras temporadas. Y con Capdevila y Creus estaban los pívots Sallier y Alston y el alero Herb Jones.

Decía el gerente del club, Valentí Junyent, tras el partido del lunes que el descenso era fruto de los problemas, de las dificultades y de los errores. Tras el partido, Joan Creus, que se siente hombre TDK, ofreció su apoyo al club. Quizás él, aunque no vista de corto, pueda ser una solución.

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