Enfermos mentales
La atención a los enfermos mentales que viven en la calle es otra de las asignaturas pendientes de la red de apoyo a las personas sin hogar. Así lo reconoce el responsable municipal del área, Ernesto Cabello. "En el centro de acogida de San Isidro tenemos un programa específico para estos casos, en los que se intenta que esa persona deje la calle y siga un tratamiento psiquiátrico. El problema es dónde derivarla después", explica.Para dar ese segundo paso existe una pequeña red de cinco pisos tutelados y cuatro minirresidencias para enfermos mentales crónicos en Retiro, Carabanchel, Aravaca y Alcalá de Henares depedientes de la Comunidad. El Gobierno regional tiene un servicio de rehabilitación de enfermos crónicos sin hogar que trabaja en colaboración con los albergues. Desde él se gestionan plazas en pisos tutelados y en pensiones.
Marta Rodríguez, trabajadora social del Rincón del Encuentro, conoce bien el problema: "A nuestro local vienen muchas personas sin hogar con problemas mentales. Cuando sufren una crisis se ponen agresivos y eso hace que les expulsen de los albergues y que acaban en la calle".
El Gobierno regional se ha comprometido a dotar a cada una de las 11 áreas sanitarias de una minirresidencia, ya que éstas son necesarias no sólo para personas sin hogar, sino también para enfermos que precisan atención continuada. Según la Federación Madrileña de Asociaciones pro Salud Mental, hacen falta 1.100 plazas residenciales para enfermos psíquicos. Hoy sólo hay 180.
La red de albergues tampoco tiene hueco para las parejas con o sin niños. Hay plazas para hombres (la mayoría) y para mujeres (las menos). "Hace poco", recuerda Rodríguez, "nos llegó una parejita de 18 años con la chica embarazada de cuatro meses y no sabíamos qué hacer. Habían estado separados cada uno en un albergue, pero no es ésa la solución. Les pagamos una pensión, y, como él ha conseguido un trabajo, esperamos que salgan adelante"
