_
_
_
_
_
Reportaje:LAUREL

Siempre verde

Algunas plantas, como el laurel, han realizado una conquista desde el Norte hacia el Sur de la mano del hombre. Los especialistas dicen que uno de los pocos enclaves en los que se encuentra de forma natural en la Península Ibérica está en los valles por los que circulan los arroyos en el Parque Natural de Los Alcornocales, entre Cádiz y Málaga, y que reciben el expresivo nombre de canutos.El nombre de laurel significa algo así como árbol siempre verde, definición que hace gala del intenso colorido de sus hojas fuertes y robustas, cuya forma recuerda la punta de una lanza. En realidad se trata de un arbolillo que rara vez alcanza los 10 metros de altura y que mantiene una corteza lisa de color verde con tonos pardos y grisáceos. Su floración, que se mantendrá hasta abril o mayo, depende de las condiciones ambientales.

Más información
La repoblada cuna del Indalo

Los ejemplares machos y hembras lucen ramilletes floridos con una apariencia exterior similar, aunque la realidad sea distinta. Después aparecerán los frutos, que recuerdan algo a las aceitunas, pasando del verde al negro de la madurez. El laurel, entre las nieblas de una de las zonas peninsulares más húmedas, muestra formas y olores, como algo familiar, procedente de una de las plantas más usadas en adobos y condimentos gastronómicos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_