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Reportaje:

El PP creció en el cinturón de Barcelona sin estructura de partido

El Partido Popular (PP) irrumpió el pasado 12 de marzo con una fuerza sin precedentes en el cinturón de Barcelona al superar holgadamente el 20% de los sufragios y situarse como segunda fuerza política. Pero este avance no ha desatado la euforia entre la cúpula catalana, sino que ha provocado más bien intranquilidad: los comicios han puesto de manifiesto la extrema precariedad de las estructuras del partido, que ha crecido electoralmente en el cinturón pese al rosario de conflictos que azotan a la formación conservadora.

¿Cuál hubiera sido el resultado del PP en el cinturón si realmente existiera un partido mínimamente sólido? La pregunta retórica se la plantean en voz baja varios miembros de la ejecutiva regional críticos con la dirección que encabeza Alberto Fernández Díaz. Estos sectores consideran que los comicios del 12 de marzo han servido para que el PP haya normalizado su situación en Cataluña, pero sólo electoralmente. La normalización, afirman, todavía no ha llegado al partido.El cinturón de Barcelona y específicamente el Baix Llobregat, tradicional feudo socialista, ha sido una de las áreas donde el PP ha crecido más. El 12-M, el partido pulverizó sus mejores resultados históricos en esta comarca, creció más de seis puntos con respecto a 1996 y se situó en el 23% de los votos. Pero la mera comparación con los resultados del año pasado ha encendido la luz de alarma en la cúpula catalana.

En junio de 1999, cuando los electores evaluaron a los candidatos comarcales del partido, el PP obtuvo sólo el 10,4% en el Baix Llobregat. Y en las autonómicas de octubre, cuando lo que se examinaba era al PP catalán, el porcentaje fue aún peor: el 9,5%.

Lo que sigue es un inventario de los últimos conflictos internos que ha vivido el PP en el Baix Llobregat, que ponen en evidencia la frágil estructura del partido en la comarca. Entre paréntesis se cita el porcentaje de voto que el PP obtuvo el 12-M.

Viladecans (24,8%). El portavoz municipal del PP en el anterior mandato, José Molero, es el principal ideólogo de la Gavina Blava, una plataforma crítica con la dirección regional especialmente activa en el Baix Llobregat. Entre 1995 y 1999, los enfrentamientos entre el grupo municipal, encabezado por Molero, y la junta local fueron constantes. Molero denunció en el juzgado que había recibido "amenazas de muerte" procedentes de su propio "entorno político". En las pasadas autonómicas, según datos de un informe interno oficial , los interventores y apoderados del partido no cubrieron ni siquiera el 5% de las mesas electorales.

Cornellà (22,6%). La cúpula regional del PP forzó en 1999 la renuncia del presidente, Amador Rosas, y la renovación del grupo municipal.PASA A LA PÁGINA 4

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Entre las amenazas y la "ultraderecha pura y dura"

VIENE DE LA PÁGINA 1 La destitución de Rosas tuvo todos los ingredientes de un thriller, con amenazas, denuncias a los tribunales y lío de faldas incluidos. El nuevo grupo municipal ya se ha roto: dos de los tres miembros han pasado al Grupo Mixto y periódicamente airean sus diferencias con la presidenta del PP, Isabel Espinosa, a través del boletín municipal Cornellà Informa.

Castelldefels (32,9%). En 1998, el PP destituyó a Manuel Villahoz de su cargo de secretario general en Castelldefels por unas supuestas amenazas de muerte contra el presidente local, Francisco Martínez. Villahoz, actualmente en la órbita de Unió, interpuso el año pasado una querella criminal contra los principales dirigentes del PP catalán, a quienes achaca, entre otros presuntos delitos, coacciones y lesiones.

Sant Feliu de Llobregat (23,5%). El grupo municipal se fracturó de hecho casi el primer día. Las disputas entre los dos concejales del PP -Luisa Sanz y Rolando García- son notorias y públicas en muchos de los plenos.

Esplugues (26,9%). Ovidia Rodríguez, militante histórica del PP en la localidad, ha llevado a los tribunales al presidente local de su propio partido, Agustín Parra, por una presunta estafa.

Sant Boi (23,4%). El alcaldable del PP en 1999, Jesús Hernández, ha acusado a un concejal de su grupo y a un dirigente local del partido de tener "comportamientos más propios del Chicago de los años treinta". Hernández lo afirmó en una carta abierta a los militantes, en que denuncia presiones y amenazas procedentes de dirigentes del PP.

L'Hospitalet (25,7%). El PP estuvo el año pasado cinco meses sin portavoz como consecuencia del enfrentamiento en el seno del grupo municipal, dividido en dos mitades de dos concejales cada una. Finalmente, el alcaldable, Salvador Torres, se impuso sobre el presidente local, Pedro Alonso, y fue elegido portavoz, pero el grupo sigue totalmente dividido.

Cervelló (24,5%). La junta local vive un clima de fractura interna como consecuencia del enfrentamiento entre el ex presidente, Martín Rivas, y el actual hombre fuerte, Xavier Alsina.

Sant Just Desvern (23,9%). Los dos concejales del PP en el anterior mandato abandonaron el partido justo antes de las elecciones municipales de junio. En la carta enviada a la dirección regional, la presidente del grupo municipal, Vicenta Palazón, lamentó: "El partido por el que trabajé tantos y tantos años está totalmente vendido y sin dignidad". Además, añadió que la dirección está en manos de una "trama de ultraderecha pura y dura".

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