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Las órdenes de prisión que dictan los jueces en Barcelona descienden un 34 % en cuatro años

El dicho popular que reclama mano dura contra la delincuencia asegura que los detenidos "entran por una puerta y salen por otra". Como todo tópico, algo tiene de verdad si se analizan las estadísticas oficiales. Los jueces de guardia de Barcelona decretaron el año pasado 1.901 órdenes de ingreso en prisión, un 34 % menos que cuatro años atrás, cuando se acordaron 2.897 encarcelamientos. En este tiempo se ha reducido la cifra de detenidos, pero en una proporción menor ( 17,6 %) y se ha pasado de los 22.004 del año 1995 a 18.125 el año pasado.

El juez decano de Barcelona, Joaquim Bayo, presentó ayer la memoria anual en la que se constata por cuarto año consecutivo una reducción de las detenciones realizadas por la Policía Nacional y la Guardia Urbana. El año pasado fueron 18.125, de los cuales 5.276 fueron puestos en libertad por la propia policía en Jefatura y los otros 12.849 pasaron a disposición judicial. De estos, la inmensa mayoría (10.948) quedaron en libertad) y sólo 1.901 acabaron en prisión, lo que supone el 10,5 % del total de detenidos.Es la cifra más baja de los últimos cinco años y hay que remontarse a más de una década atrás para encontrar una similar. Desde 1995 las órdenes de prisión se han ido reduciendo progresivamente: 2.897, 2656, 2143 y 2.087 en 1998, al igual que el número de detenidos.

Carmen Sánchez-Albornoz, titular del Juzgado de Instrucción número 15 de Barcelona, opina que la explicación a estas cifras no es otra que la aplicación de la doctrina del Tribunal Constitucional, en la que se ha ido limitando de manera considerable los requisitos para aplicar la prisión provisional. La última sentencia dictada el pasado 17 de febrero fija que sólo se encarcelará a una persona para asegurar su presencia en el juicio y si existe un riesgo efectivo de fuga, aunque la pena que se le pudiera imponer fuera muy elevada, o bien cuando exista peligro de destrucción de pruebas o sea necesario proteger a la víctima del delito.

Casos muy concretos

A modo ilustrativo esta magistrada explica: "Cuando yo entré en la carrera judicial hace 11 años se acordaban prisiones provisionales por delitos menores castigados con penas de hasta un año". Actualmente sólo cuando se trata de robos con intimidación en los que se ha utilizado un arma blanca, así como en los casos de lesiones graves, agresión sexual y delitos contra la vida. En el caso de delitos financieros, depende de la cantidad defraudada y, como no, del criterio del juez que esté de guardia, aunque esas pautas son de aplicación más o menos común. En 1996, además se modificó la Ley de Enjuiciamiento Criminal y desde entonces el juez no puede acordar un encarcelamiento si no lo solicita alguna de las partes.

Los juzgados de Barcelona incoaron el año pasado más de 270.000 diligencias y, un año más, la más común son los hurtos (83.400 casos), apropiación de un bien ajeno sin que medie violencia o intimidación, seguido de las lesiones (61.467) y los robos (50.198), una acción en la que se produjo violencia o intimidación. Sin embargo, al comentar la cifra de detenidos y encarcelamientos el juez decano de Barcelona asegura que "es muy probable que el ciudadano no perciba esa sensación de inseguridad ciudadana", un tema muchas veces recurrente.

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Un portavoz de la Policía Nacional coincidió ayer con la tendencia que indica la memoria del decanato, aunque con otras cifras. El dato fiable para ellos es lo que denominan índice de delincuencia, los delitos conocidos y resueltos, y que el año pasado se redujo en un 5,5% en Barcelona provincia.

La memoria ratifica también que la celebración de los llamados juicios rápidos que se pusieron en marcha con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992 ya están plenamente asumidos por los jueces. El año pasado, por ejemplo, de los 5.641 asuntos que se instruyeron en los juzgados de Barcelona 2.256 se tramitaron por ese procedimiento. De esa forma, un caso es juzgado en el plazo máximo de tres semanas desde la presentación del detenido en la guardia. Los casos más corrientes siguen siendo las alcoholemias (893) y los robos con fuerza (501), seguidos de otro tipo de robos (265) y del pequeño tráfico de drogas (226).

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