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El 75% de los bosques del Solsonès y el Bages quemados en 1998 se ha regenerado

El 74,8 % de los bosques arrasados en el gran incendio de 1998 en el Bages y el Solsonès ha tenido una regeneración natural excelente, pero en un 25,1% de la zona donde antes había árboles ahora prácticamente no hay más que algunos arbustos, según datos de la Agencia Local de Desarrollo Forestal de la Diputación de Barcelona. En estas zonas de escasa riqueza forestal, se han llevado a cabo proyectos de siembra de semillas y de plantación de pequeños árboles de dos años, con éxito dispar, pero siempre modesto.

Un estudio elaborado por la Universidad de Lleida por encargo de la Diputación de Barcelona concluye que "cualquier inversión privada que se haga en materia de reforestación no permite recuperar el capital". Joan Canongia, diputado responsable de la Agencia Local de Desarrollo Forestal, considera que, a tenor de esta conclusión, se impone la necesidad de buscar modelos de cooperación entre Administración y propietarios.La Diputación de Barcelona está impulsando la creación de asociaciones de propietarios forestales que se responsabilicen de la gestión de los bosques, tanto en lo que respecta a la retirada de la madera que aún pueda quedar en ellos como en lo que a reforestación se refiere. Asimismo se intenta que se tenga cuidado para que la regeneración natural que se está produciendo en los bosques de encinas y de robles acabe creando un bosque y no un inmenso matorral, según explicó Ignasi Castelló, director de la Agencia Local de Desarrollo Forestal.

Estas agrupaciones de propietarios también serían las responsables de gestionar la rentabilidad de las fincas, que se derivaría tanto de los recursos propios como de las ganancias de cortar la madera o de convertir bosques en zonas de caza y de las ayudas de la Administración.

Contribución

Joan Canongia agregó que el estudio lleva a la conclusión de que el sector privado no gestionará un espacio que no tiene viabilidad económica y que, por consiguiente, las administraciones deberán estudiar su contribución. "El bosque", sostiene Canongia, "tiene añadida una función social a la función económica, y la sociedad y la Administración, deberán hacer aportaciones para mantenerlo".

La Diputación de Barcelona ha aumentado en 300 millones de pesetas la inversión del programa de prevención de incendios forestales de este año, al que destinará un total de 1.414 millones, según informó ayer el diputado provincial Jordi Laboria, quien añadió que este año, debido a la sequía, el programa preventivo se aplica ya desde el pasado día 17, cuando normalmente comienza a finales de abril. Laboria explicó que dicho presupuesto representa "un esfuerzo importante para evitar los incendios". El plan finalizará el día 18 de septiembre.

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Laboria indicó que el pasado año, durante el periodo de vigilancia del plan, se originaron 5.000 incidencias de peligro de incendio, "de las que más del 95% se debieron a la imprudencia de las personas que van a las zonas forestales".

El plan de prevención incluye en sus objetivos 94.313 hectáreas agroforestales de un total de 88 municipios de la provincia de Barcelona y en él participan 200 personas que ejercerán tres tipos de vigilancia: siguiendo con itinerarios preestablecidos, en puntos concretos del territorio y en centros de control para comunicar las incidencias al centro coordinador de la Diputación de Barcelona.

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