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El Ayuntamiento decide modificar el modelo de ciudad en Vitoria

El modelo de ciudad que defendió durante 20 años José Ángel Cuerda desde su puesto de alcalde de Vitoria está a punto de cambiar. Ayer se dio el primer paso para la aprobación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana, que regulará el crecimiento de la ciudad en el próximo decenio. Entre los cambios sustanciales está la construcción de 36.000 nuevas viviendas (6.400 de ellas en algunos pueblos del municipio), una amplia reserva de suelo industrial y el cierre de la circunvalación por el sur.

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El plan fue aprobado ayer por la comisión de Urbanismo y quedará aprobado por el Ayuntamiento la próxima semana, en un pleno extraordinario. Sin embargo, no entrará en vigor de inmediato. Habrá que esperar a la exposición pública, las alegaciones y la aprobación definitiva por la Diputación alavesa. El trámite puede alargarse medio año. El documento, aunque con matices, parte con el apoyo del 81% de los concejales (22 de 27): los de PP, PNV, PSE y UA. Sólo EH se opone, y EA e IU se abstendrán.El plan, que marcará el desarrollo de la ciudad en el próximo decenio, lo han elaborado entre el PP, PSE y UA, aunque hereda algunos aspectos del proyecto redactado en la anterior legislatura. Por ejemplo, incluye el convenio de Salburua y Zabalgana, que permitirá construir 21.000 viviendas en esas nuevas zonas al este y al oeste de la ciudad. El convenio lo ideó Cuerda, y lo retocó su sucesor, Alfonso Alonso, en colaboración con los socialistas. Al margen de ese importante crecimiento, hay otras novedades que cambian el modelo defendido hasta ahora en el Ayuntamiento, y en concreto por los peneuvistas.

Se edificarán 6.416 viviendas nuevas en los pueblos del municipio -Vitoria incluye en su término a 64 entidades locales menores-, sobre todo en Aretxabaleta, Gardélegui y el triángulo formado por Argandoña, Villafranca y Andollu. Es en estos tres últimos núcleos donde surgen las discrepancias políticas. Los nacionalistas e Izquierda Unida entienden que permitir el crecimiento en casi 2.000 viviendas de esos tres pueblos supone "romper el modelo de ciudad" porque "en vez de crecer como una mancha de aceite lo hace de forma desordenada". Los partidos que han elaborado el plan creen, en cambio, que termina con "la especulación". "La mejor manera de evitarla es diversificar el crecimiento", defienden. "Argandoña", comentó el concejal de Urbanismo, Jorge Ibarrondo, "supone una experiencia nueva, que en otros países se está desarrollando sin problemas".

526 hectáreas en Foronda

Además de ordenarse el crecimiento residencial, el Plan General reserva nuevos suelos para el desarrollo industrial (124 hectáreas en los polígonos de Júndiz y Ali), para el crecimiento del aeropuerto de Foronda (526 hectáreas) y otras 348 hectáreas para levantar el futuro parque temático de medio ambiente, en parte de los suelos de la base militar Araca.

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También se prevén nuevas carreteras. Por un lado, se cerrará la antigua circunvalación con un vial que atravesará el alto de Armentia, en lo que se llamará Bulevar Sur. Más en las afueras, se ha planificado un esbozo de la Ronda Sur, pero aún no se ha dibujado el trazado hasta comprobar cómo evoluciowsna Vitoria por esa zona.

Obsesión por los especuladores

Que Vitoria ha sido en los últimos años un terreno abonado para la especulación urbanística lo atestigua el espectacular aumento en el precio de los pisos, hasta que se ha colocado entre las cuatro ciudades más caras de España. Por eso, la planificación que contiene el Plan General trata de prevenir de raíz posibles operaciones desmesuradamente lucrativas.Pero hay una zona que concentra dudas: el sur de Vitoria, un área de unos tres millones de metros cuadrados que delimitan las carreteras A-3102 (a Berrosteguieta) y A-2124 (a Gardélegui). Los grupos políticos que han elaborado el plan (PP, PSE y UA) no quieren urbanizar esos terrenos y los han tratado de preservar calificándolos como "áreas agrícolas de valor paisajístico".

Los grupos nacionalistas respondieron con sospechas. Creen que los propietarios de la zona quieren edificar allí y que la protección que ha previsto el Ayuntamiento resulta insuficiente. Además, temen que los dueños (sobre todo grandes promotores y la Caja Vital) recurran ante los tribunales el Plan General, que ganen el posible proceso y que, finalmente, puedan edificar sin límite.

Los nacionalistas (PNV y EA) proponen como alternativa un crecimiento ordenado del lugar, construyendo 3.000 viviendas. "No caigamos en manos de especuladores y privados. Antes de que eso ocurra, mantengamos el sur abierto y ordenémoslo", pidió la portavoz nacionalista, María Jesús Aguirre, que presentará alegaciones al plan.

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