El líder asturiano rechaza la refundación
El presidente de Asturias, el socialista Vicente Álvarez Areces, afirmó ayer que la comisión gestora que asuma la dirección provisional del PSOE hasta la celebración del congreso en julio debe tener una composición mixta, integrada por representantes socialistas con poder en ayuntamientos y comunidades autónomas y al menos ocho o diez miembros del actual comité federal del partido para fortalecer la "integración". "No procede hablar de refundación" de un partido que tiene ocho millones de votantes, dijo, "sino de un cambio profundo, con renovación del proyecto y la elección de las personas adecuadas para impulsarlo y que demuestren capacidad de conectar con la sociedad".A su juicio, no pueden desconocerse los liderazgos personales que pueden mejorar los resultados electorales, como se ha demostrado, dijo, hace nueve meses en las elecciones autonómicas y municipales.
Álvarez Areces señaló que "no hay razón para que se excluya de forma absoluta de la gestora a los miembros de la actual dirección, aunque no cabe pensar que éstos prosigan en su mayoría" al frente de los destinos del partido, aun de forma interina. "La dimisión de Almunia como secretario general coloca a la actual dirección en una situación irreversible", añadió. El presidente asturiano sostuvo que "reconstruir la vieja estructura de poder interno es impensable" y que "debe iniciarse una nueva etapa, marcada por la renovación".
Críticos de Valencia
Por otra parte, sectores críticos del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV) y de la federación provincial de Albacete pidieron ayer la dimisión urgente de sus dirigentes como paso necesario para la renovación del partido.
Los sectores críticos del PSOE valenciano anunciaron que crearán una nueva gestora de la federación que sustituya a la actual si sus miembros no dimiten tras la reunión del Comité Federal que se celebrará el miércoles en Madrid.
Así lo acordaron en una reunión a la que asistieron una 400 personas en representación de las diferentes familias del partido, excepto las cercanas a Cipriá Císcar, y en la que se ha aprobado un documento con propuestas de renovación del partido tras la derrota electoral del 12 de marzo.
En Albacete, el sector crítico también exigió la necesidad urgente de una renovación profunda en la dirección del partido.
