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Un nuevo plan para acabar con la infravivienda

El derrumbamiento de los bloques de viviendas en una de las zonas más marginales de Sestao ha acelerado los planes de rehabilitación. Hace años que las autoridades municipales vienen reclamando a la Diputación de Vizcaya y al Gobierno vasco una intervención urgente. El miércoles pasado, dos consejeros del Ejecutivo autónomo -Patxi Ormazabal, de Vivienda, y Sabin Intxaurraga, de Trabajo- acudían a Sestao. "La visita ya estaba programada antes del accidente, pero tengo que reconocer que han mostrado gran sensibilidad por nuestros problemas", resalta el alcalde, Segundo Calleja.El jueves último, por vez primera, representantes de las tres instituciones se reunieron para "afrontar soluciones integrales dirigidas a la revalorización de los barrios", explica el primer edil. El proyecto abarcará la adopción de medidas educativas, urbanísticas y tendentes a la promoción del empleo; en definitiva, "planes a medida" para la población de la Margen Izquierda más afectada por la crisis. Hasta ahora, se contaba con el Plan Especial de Reforma y Rehabilitación Interna (PERRI), que incluye el derribo de 150 viviendas y la construcción de igual número, así como la reestructuración de otras. El derrumbamiento del 25 de febrero acelerará el plan. El barrio de Chávarri tendrá prioridad. El presupuesto ascenderá a 3.900 millones de pesetas.

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Además, otro ambicioso proyecto se pone en marcha. En realidad, ya lo está. Jesús Giménez, el presidente de la asociación Iniciativa Gitana, ha visitado en los últimos días Sestao y se ha entrevistado con Calleja. Nunca le es ajeno el problema de los de su etnia y ellos han sido los más afectados con la caída de las casas de Chávarri. "Es una tragedia, pero todos sabemos que ha sido una suerte que no haya habido muertos. Esas casas tenían que haberse derribado ya. A ellas van a vivir los que no pueden ir a otro sitio y luego pasan cosas como las que hemos visto estos días", resalta, en relación a las cuatro familias que están malviviendo junto a la estación del tren de Sestao.

Giménez destaca que, por encima de papeleos, "son personas" y hay que resolver su situación. Pero, además, tiene interés en hablar del futuro. Así, menciona un nuevo programa educativo a largo plazo, en el que participan la Diputación de Vizcaya, las asociaciones de vecinos de la localidad y otras organizaciones. "Es imprescindible que nos preocupemos por la educación, porque es lo fundamental para cambiar las vidas de los gitanos. Sin educación, no hay nada".

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