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El 88% de los 153 muertos por sobredosis el año pasado consumieron cocaína además de otra droga

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El gerente de la Agencia Antidroga, José Cabrera, asegura que estos datos, procedentes del Instituto Anatómico Forense y del Instituto de Toxicología, son sólo la punta del iceberg. "Estamos seguros de que hay más fallecimientos por reacción aguda al consumo de cocaína, pero no figuran como tales porque las víctimas ingresan en los hospitales como si se tratara de infartados", asegura. "La muerte por sobredosis de cocaína se produce por parada cardiaca, por lo que el afectado llega al centro sanitario con un bloqueo del corazón. Lo normal es que no se le haga la autopsia, salvo que el facultativo vea algo raro, y eso hace que ese fallecimiento no se registre como si fuera consecuencia del abuso de esta sustancia", añade Cabrera."Ahora tenemos datos para acabar con el mito de que la cocaína no mata", apostilla el gerente de la agencia. Según él, el consumo creciente de cocaína es un fenómeno propio de sociedades urbanas, marcadas por las prisas y la hiperactividad, por lo que las drogas más demandadas son las estimulantes.

"Pero no es sólo que haya aumentado el consumo de esta sustancia, sino que quienes abusan de ella están empezando a darse cuenta de que tienen problemas", añade. El 65% de los nuevos usuarios de los programas de desintoxicación de la Comunidad consumen cocaína como droga principal, cuando hace unos años suponían sólo un 30% y el resto eran heroinómanos.Entre los heroinómanos que siguen programas de metadona (un opiáceo de laboratorio gratuito y bajo control médico) cada vez es mayor el consumo de cocaína. "La cocaína nos está desbaratando los programas de metadona", confiesa Cabrera. Cada vez son más los usuarios de metadona que toman cocaína. La razón es que la metadona evita el síndrome de abstinencia, pero produce menos efectos placenteros que la heroína, por lo que el drogodependiente busca el subidón en la cocaína.

En un muestreo realizado en 12 grandes hospitales de la Comunidad durante tres meses en 1998 se recogieron "709 urgencias directamente relacionadas con el consumo de sustancias psicoactivas". La droga más frecuentemente relacionada con estos episodios fue la cocaína (47,4% de los casos), seguida de la heroína (en el 40,9%).

La oposición acusa a la Agencia Antidroga de no reaccionar a tiempo a este aumento del consumo de cocaína. El parlamentario regional del PSOE-Progresistas en temas de drogas, Eduardo Sánchez-Gatell, asegura que no ha elaborado un plan específico de atención a cocainómanos, "cuando en el primer trimestre de 1999 el 35% de los usuarios que acudieron a los centros consumían esta droga como droga principal (en 1997 suponían sólo un 5%)".

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"Hay un boom de la cocaína y el personal de la agencia tiene que formarse por su cuenta porque no hay ningún plan concreto de formación auspiciado por este organismo", añade el diputado. "Se promete la apertura de una residencia para tratar esta adicción en régimen de internado, pero hoy no hay más que unas pocas plazas en comunidad terapeútica conveniadas con el Proyecto Hombre", concluye.

Cabrera se defiende. "En todos los centros de atención a drogodependientes de la agencia tenemos programas para cocainómanos y, además, hemos abierto a este tipo de drogodependientes nuestras unidades de desintoxicación hospitalaria y comunidades terapeúticas", aduce.

Aun así Cabrera reconoce que hace falta un centro de atención específica para adictos al polvo blanco en régimen residencial. Asegura que la Comunidad ya lo tiene presupuestado, pero que lo más difícil es encontrar una ubicación que no despierte la oposición vecinal. "Buscábamos un lugar en un municipio del noroeste", añade, "y antes de tener nada ya nos han llegado quejas de alcaldes".

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