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EL PERSONAJE Los goles de Josillo Shoji Jo logra los primeros tantos de un japonés en el fútbol español

Tal vez los goles, sus dos primeros tantos con la camiseta del Valladolid, los dos primeros de un japonés en España, metan en el fondo a Shoji Jo en un problema. Porque ahora Josillo, como ya le llama más de uno, cuyos goles fueron ayer debidamente publicitados por la prensa nipona -que por algo el futbolista fue perseguido a la carrera por media centenar de periodistas japoneses en los pasillos de Zorrilla a la caza de una declaración sabrosa-, puede verse abocado a 40 horas de vuelo para disputar el 15 de marzo -tres días después de medirse al Atlético y cuatro antes de hacerlo ante el Rayo- un amistoso con su selección frente a la de China. "A lo mejor no me necesitan", dijo ayer entre risas un futbolista que ha logrado atraer la atención de la Liga más poderosa del planeta. Shoji Jo está confirmando que su caso no es puramente exotismo, que también hay una pizca de buen fútbol detrás. En su país le comparan al madridista Raúl. Gregorio Manzano, el técnico del Valladolid, también debió ver algo en este futbolista de ojos rasgados. Porque desde el comienzo decidió otorgarle un puesto en la delantera.

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No es un delantero centro al uso, un "nueve" nato, pero se mueve bien por esa zona capital. Hasta ayer, sobre todo, lo que Shoji Jo había demostrado era generosidad: ante el Numancia le regaló un gol cantado a Víctor. Desde ayer, ocho partidos después de su debú, 479 minutos más tarde, incluso cuando ya se había ganado algún que otro silbido por culpa de su impaciencia, de su propensión a incurrir en fueras de juego, ya se sabe que Shoji Jo tiene también poder de definición.

En japonés, o al menos así quedaron sus palabras tras la versión facilitada por su traductor, Jo llenó de tópicos su primer gran día en el fútbol español. "Estoy muy contento, y quiero dedicarle el gol a la afición de mi país y también a la del Valladolid, que se está portando muy bien conmigo. Seguiré trabajando para ser mejor porque me quedan muchas cosas que aportar para ser más útil al equipo. Soy feliz en el Valladolid, en España. No me pongo nervioso en el área porque el gol es una cuestión de suerte. Sabía que si no era en este partido iba a marcar en el siguiente, o después. Hoy he anotado dos goles, pero ha sido sobre todo gracias a los buenos pases que he recibido de mis compañeros".

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