Unos vecinos de Alcorcón descubren que los escalones de unos salones recreativos eran lápidas de tumbas del XIX
Los vecinos de la calle de Clavel de Alcorcón (145.000 habitantes) se sorprendieron ayer con un tétrico descubrimiento: el suelo de mármol y los escalones de entrada a un antiguo salón recreativo eran en realidad trozos de lápidas de tumbas correspondientes al siglo XIX.El hallazgo se produjo el pasado fin de semana, según reveló anoche Telemadrid. Un coche rompió un tramo de unos de los escalones de mármol. La sorpresa fue mayúscula al darse la vuelta la piedra caliza con vetas de color gris. En ese momento descubrieron que la losa correspondía a una lápida.
Los vecinos vieron que había varios nombres, cruces e inscripciones de personas muertas en el siglo XIX. Las fechas que aparecían eran 1885, 1888, 1889 y 1890.
La policía municipal de Alcorcón desconocía ayer el hallazgo. Según la Jefatura Superior de Policía, tampoco había sido denunciado el descubrimiento en la comisaría de Alcorcón durante el fin de semana.
La indignación era absoluta en la calle de Clavel. "Esto es un sacrilegio", se lamentaba ayer tarde una vecina. "Esto no nos hace ninguna gracia, habría que hacer algo", agregó otro residente.
Los salones recreativos construídos, entre otros materiales, con lápidas, cerraron hace dos años. "Era un salón de juegos que dejó de funcionar en 1998 y la obra se pudo realizar hace unos cuatro o cinco años", comentó una mujer.
"Desconocemos como han llegado aquí pero hay que echarle cara para coger lápidas y aprovecharlas para esto", murmuraba un anciano. Algunos vecinos reclamaban un "severo castigo" para los autores de la obra. "Habría que pedirle explicaciones al marmolista. Si ha hecho esto a propósito ha jugado con nosotros que hemos pisado esa zona miles de veces y con los difuntos y sus familias", añadía otra persona. "Más que explicaciones yo pediría responsabilidades", apuntaba otro residente de la calle de Clavel.
Los trozos de las lápidas permanecían ayer tarde en la misma calle de Clavel. Los vecinos no sabían que hacer con ellos.
