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Entre 'La viuda alegre' y 'La Santa Espina'

Xavier Trias, como el embajador publicitario en sus recepciones, siempre sabe quedar bien. El candidato de Convergència i Unió (CiU) en las elecciones generales debía cumplimentar ayer a unos 650 jubilados que llenaron a rebosar el teatro Poliorama de Barcelona. Y le resultó extraordinariamente fácil. Cuatro palabras del célebre locutor y ahora parlamentario convergente Joan Viñas, unos chascarrillos de su colega Salvador Escamilla, un concierto de La Principal de la Bisbal y, sobre todo, cinco bomboncitos Ferrero-Rocher para cada uno de los asistentes. Trias siguió el consejo del embajador televisivo y logró cautivar a su gent gran.Trias llegó tarde y se marchó a medio espectáculo. Pero no importó. El objetivo era meterse a la gente en el bolsillo y lo consiguió. Un locuaz Salvador Escamilla fue el director de escena y el encargado de amenizar los entreactos. Recitó de memoria el guión, y de vez en cuando alguna que otra rima para convencer a los asistentes de que la mejor opción es elegir a Trias: "... I després de ben triar, si tries millor, triaràs Trias".

Escamilla presentó a la cobla, La Principal de la Bisbal, "la cobla oficial de la Generalitat que nos interpretará La Santa Espina", dijo. Y un "¡oooooh!" de agradecimiento invadió platea y anfiteatro. La sardana sirvió al candidato para iniciar su discurso, con el consabido "som i serem gent catalana...". Pero Trias añadió: "Y además nacionalista". Un discurso de exaltación del patriotismo catalán y de la tercera edad, es decir, "fer país amb la gent gran". Glosó a grandes rasgos el programa de Convergència i Unió para la tercera edad: pensiones de jubilación, de orfandad, de viudedad ("que son una vergüenza", afirmó), empresarios autónomos, construcción de residencias y geriátricos, asistencia sanitaria, etcétera. Toda una serie de actuaciones para que los 90.000 catalanes que en la actualidad han cumplido más de 85 años -el mayor tiene 107 años- puedan vivir en un "país de primera".

Trias intentó infundir ánimos al auditorio: "Viviremos 100 años, todos viviremos 100 años". Pero, a pesar de sus halagos, el candidato no consiguió que los asistentes le interrumpieran con sus aplausos. El público quería cobla. Y tuvo El cant de la senyera, La mare y una selección de zarzuelas, entre ellas La viuda alegre.

Más de una hora de música, intercalada con algún discurso, cortito, de dos minutos. Como el del popular locutor Joan Viñas, que empezó su intervención con su ya típico "quin goig que feu!". Los 650 jubilados corearon el estribillo del programa que le hizo famoso, "queridos niños y niñas, amados del corazón...", junto al Señor Dalmau en Radio Nacional de España, Centro Emisor del Nordeste. Viñas concluyó así: "Cataluña espera mucho de todos nosotros. Que Nuestro Señor os acompañe siempre y os bendiga a todos juntos".

La organización se esmeró en el acto. Nada de estridencias, unas canciones pegadizas e intervenciones breves de los candidatos. Experiencias musicales de anteriores campañas electorales así lo exigían y recomendaban.

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