Fallece en Sevilla el compositor y pianista flamenco Pepe Romero El músico fue el primero en acercarse a las tonalidades del cante
El pianista y compositor flamenco Pepe Romero falleció ayer en Sevilla, a los 63 años, a consecuencia de un cáncer de estómago. El músico, el primero que se acercó con su interpretación al piano a las tonalidades del cante, se había retirado de los escenarios hace algunos años por problemas de salud.Romero, que murió durante la madrugada en la Clínica Santa Isabel de Hungría, había dejado también su actividad docente. Fue profesor de Estética e Historia de la Música en el Instituto de Bachillerato Gustavo Adolfo Bécquer de Sevilla, desde 1977. José Romero Jiménez, que nació en Osuna (Sevilla) el 18 de julio de 1936, será enterrado esta tarde en el cementerio de su pueblo. El funeral se celebrará a las doce del mediodía de hoy en la iglesia de la Trinidad de Sevilla, ciudad en la que residía.
El pianista, que había tocado junto a figuras míticas del flamenco como Antonio Mairena y Sabicas, era una de las figuras más respetadas del género por su rigor y seriedad. "El flamenco ha perdido un músico de una gran pureza. Un pianista muy ortodoxo que, como Turina, detestaba la Andalucía de castañuela y pandereta", comentó ayer el poeta Jesús García Solano.
Además de los siete discos que grabó a lo largo de su carrera, títulos como Formas musicales andaluzas o Fantasía y la suite Andaluza iberoamericana, Pepe Romero escribió La otra historia del flamenco, una obra editada en dos tomos por la Junta de Andalucía y subtitulada La tradición semítico-musical andaluza.
El Concierto número 2 en mi menor para piano y orquesta, que él mismo rebautizó como Concierto nazarí, es su composición más conocida. Entre su producción destacan también Suite de romances y leyendas, Sevillanas románticas o La teoría del novecientos.
"Romero fue el que más supo acercarse a las comas musicales del flamenco con una técnica que creó él mismo", explica su amigo García Solano. "Les dio un giro muy importante a las formas musicales andaluzas inspiradas en la música instrumental vocal flamenca", añade.
El músico, que comenzó a tocar el piano a los siete años en Osuna e inició la carrera en Sevilla junto a Antonio Patión para continuarla en el Real Conservarorio de Madrid, supo interpretar con el teclado las seguiriyas, soleares, bulerías o malagueñas que oía en las guitarras de El Niño Ricardo, Ramón Montoya o Diego el del Gastor.