El legado del industrial Eduard Soler supera los 40.000 millones
La herencia que el empresario Eduard Soler ha legado al patronato de la Escuela de Trabajo del Ripollès podría superar los 40.000 millones de pesetas y estaría exenta del pago de impuesto de sucesiones porque se trata de una fundación sin ánimo de lucro. No obstante, el cálculo total del legado de Soler es difícil de evaluar a causa de la gran cantidad de sociedades que había creado y de la expansión conseguida por Soler & Palau (S&P).Soler, que falleció el pasado 9 de enero a los 79 años de edad, no tenía hermanos ni descendecia directa. De haber dejado en herencia su fortuna a sus socios o a cualquier otra persona física o jurídica, la Generalitat hubiese ingresado más de 20.000 millones de pesetas. Si hubiera legado su fortuna a sus socios, éstos habrían tenido que vender la empresa para poder afrontar el pago del impuesto de sucesiones.
La Escuela de Trabajo del Ripollès será ahora la propietaria del 50% de S&P, que factura unos 12.000 millones de pesetas anuales, tiene unos recursos propios de 6.621 millones y un beneficio neto de 1.077 millones. La continuidad de la empresa queda asegurada, ya que en el patronato de la fundación figuran, entre otros, Ramón Vilardell, director general de la empresa; Jordi Brull, ex directivo jubilado de la compañía; Eudald Casadesús, alcalde de Ripoll, e Irene Rigau, actual consejera de Bienestar Social de la Generalitat.
Soler & Palau, que se dedica a la fabricación de maquinaria de ventilación y refrigeración no doméstica, se constituyó en 1959, da trabajo a 1.200 personas y posee plantas de fabricación en Puebla (México), Manlleu y Sant Quirze de Besora (Osona).
