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El informe médico sobre Pinochet fue divulgado en cuanto llegó al Gobierno

La confidencialidad exigida por los jueces británicos respecto a los informes sobre el estado de salud del general Augusto Pinochet se quebró sólo dos horas después de que el documento fuera recibido, a las 19.30 del martes, en el Ministerio de Asuntos Exteriores. El departamento que dirige Abel Matutes no negó ayer la información difundida por la cadena SER de ser el origen de la filtración. La oposición consideró "indecente" la conducta del Gobierno, y el PSOE estudia pedir la reunión de la diputación permanente del Congreso para que dé explicaciones el ministro de Exteriores, Abel Matutes.

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Los documentos que contenían la decisión del Tribunal Superior de Londres, que exigía a los cuatro Estados -España, Francia, Bélgica y Suiza- que mantuvieran la confidencialidad sobre los informes médicos, así como los propios informes, llegaron por fax al Ministerio de Exteriores, remitidos por la Embajada en Londres, a las 19.30 del martes. Según fuentes del ministerio, se hicieron tres copias de ese documento: una para el archivo, otra para su traducción oficial y una tercera que se envió al juez Garzón a las 20.30. Aproximadamente dos horas después de recibirse los informes en Exteriores, los diarios Abc y El Mundo ya tenían en su poder los documentos. Abc, por ejemplo, anunciaba el texto íntegro del informe en la portada de su primera edición, que normalmente cierra a las 21.30. Según informó la cadena SER, los diarios que publicaron el informe "sabían que les iban a pasar el informe antes de que llegara a la Audiencia Nacional".El ministro de Exteriores, Abel Matutes, no quiso entrar ayer a valorar la ruptura de la confidencialidad, aunque sí aseguró que los informes que se habían filtrado demostraban de forma "concluyente la incapacidad del general Pinochet para someterse a juicio". Matutes afirmó que esperaba que el ministro Straw tome la decisión de "interrumpir la extradición" de Augusto Pinochet a España.

El ministro portavoz del Gobierno, Josep Piqué, despachó la ruptura de la confidencialidad exigida por los jueces británicos con la siguiente frase: "Es una muestra de capacidad de hacer periodismo de investigación".

La cadena SER informó ayer, citando fuentes del ministerio, que la entrega del documento a los dos diarios se había realizado desde el ministerio de Asuntos Exteriores. Su portavoz, Joaquín Pérez Villanueva, a la pregunta directa de si la filtración procedía de su ministerio, explicó los pasos oficiales que se habían dado al recibir el documento. El periodista le volvió a preguntar en antena. "No me ha respondido a la pregunta. ¿Filtró Exteriores el documento?". El portavoz respondió: "¿Era esa la pregunta?". Y tras unos momentos de silencio, continuó: "Me resulta extraordinariamente difícil pensar, por no decir imposible, que se haya podido producir una filtración en este ministerio".

Esta respuesta fue calificada por el portavoz parlamentario de Exteriores del PSOE como claramente "insatisfactoria" por "evasiva". Rafael Estrella dijo que lo que está en juego es la "honorabilidad de Matutes" que debe despejar si se han enviado copias del informe a medios de comunicación o a "otros órganos del Gobierno".

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También EL PAÍS hizo 10 preguntas por escrito a Pérez Villanueva, que se reproducen en esta página. A la pregunta de si se envió el documento a otras personas o a otros departamentos, Exteriores responde así, eludiendo la cuestión concreta: "El documento llegó a los servicios del Ministerio a la hora mencionada, y fue cursada inmediatamente al juez instructor".

El candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Joaquín Almunia, calificó ayer de "indecente" la filtración del informe que, de confirmarse, "sería el colmo del ridículo, de la torpeza y de los errores que ha venido cometiendo el Gobierno en este tema desde el principio", informa Enric Company. Almunia afirmó que "Aznar tendrá que dar cuentas de toda su actuación, ante los ciudadanos españoles y también ante millones de demócratas chilenos y de otras partes del mundo, que ven asombrados cómo un Gobierno que se dice democrático, se pone del lado de Pinochet". Representantes de la acusación en el caso Pinochet, ejercida por la Coordinadora contra la Impunidad, calificaron de "escándalo" la filtración, y pidieron que se investiguen las responsabilidades políticas y jurídicas.

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