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Un concejal del PP saca su pistola en el Ayuntamiento de Berango

El PP llamó ayer al orden al único concejal que tiene en la localidad vizcaína de Berango, José Luis Urquiza, de 66 años, que el martes apuntó con su arma a una docena de familiares de presos de ETA que le rodearon para increparle. El edil abandonó el salón de plenos entre las amenazas de los seguidores de EH, algunos de los cuales le dieron alcance en el vestíbulo del consistorio al grito de "carcelero". El alcalde, del PNV, pidió al consejero de Interior, Javier Balza, que refuerce la seguridad del edil.

Ni el PP vasco ni el ministro del Interior, Jaime Mayor, presente ayer en Bilbao para presentar el programa electoral popular, respaldaron ni justificaron la actuación del concejal José Luis Urquiza el día anterior en el pleno del consistorio. Mayor indicó que "todo lo que sean expresiones de violencia, de un lado u otro, son rechazables", aunque desde el PP se indicó que en ésta y en otro tipo de situaciones similares "no se debe confundir al que agrede e insulta y al agredido".Pese a que el reglamento municipal de Berango prohíbe portar armas en el consistorio, Urquiza esgrimió su pistola poco después de abandonar el pleno en el que Euskal Herritarrok (EH) pretendía presentar una moción para denunciar la muerte de Rubén Garate, fallecido en accidente de tráfico cuando volvía de visitar a un preso de ETA encarcelado fuera de Euskadi. Con éste son ocho los familiares o amigos de reclusos que han muerto en la carretera, según datos de la asociación de familiares de presos de ETA, Senideak.

Diversas fuentes indicaron que el edil abandonó el pleno en el momento en el que el portavoz de EH tomó la palabra para defender la moción por la muerte de Garate. Los simpatizantes de EH y de Senideak comenzaron entonces a insultarle llamándole "carcelero", "asesino" y "español" y rodearon al edil y a su guardaespaldas. En el momento de mayor tensión, Urquiza, de 66 años, sacó su arma y llegó a apuntar a algunas de la docena de personas que le rodeaban insultándole.

Berango, un municipio vizcaíno de 4.378 habitantes y de fuerte tradición nacionalista, está gobernando por el peneuvista José Antonio Landa. En las pasadas elecciones municipales, el PNV obtuvo cinco concejales (934 votos), por tres de EH (638), y uno de EA (209), otro el PP (373) y otro PSE-EE (278).

Acoso

El propio alcalde, que no llegó a ver al completo los incidentes por encontrarse en el salón de plenos, relató que el edil popular le dijo que sacó su arma para intentar salir del acoso al que estaba siendo sometido por los simpatizantes independentistas.

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Fuentes del PP indicaron que Urquiza tiene permiso de armas y que en el momento del intento de agresión, tanto él como su escolta habitual, fueron rodeados e increpados. El PP llamó ayer al orden a su concejal de Berango y le pidió que no haga "alardes de esgrimir su pistola". Asimismo, valoró la decisión del alcalde de pedir al Departamento de Interior que refuerce la seguridad del edil.

La Junta de Portavoces del Ayuntamiento reprobó la actitud de quienes increparon a Urquiza y la también la reacción del concejal del PP. El PNV, EA y el edil del PP apoyaron esta resolución. EH presentó un texto alternativo rechazado por los demás partidos.

El presidente del PP en Vizcaya, Leopoldo Barreda, criticó con dureza a los agresores y pidió a la Policía Muncipal y a la Ertzaintza que garanticen la seguridad de Urquiza.

Este nuevo incidente llega en un momento crítico para la gestión de Balza al frente del Departamento vasco de Interior. No paran de lloverle críticas desde la oposición parlamentaria ante la falta de una "política de seguridad que garantice los derechos individuales de todos los ciudadanos, incluidos los no nacionalistas".

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