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La detención del juntero de EH condiciona el debate sobre los presupuestos vizcaínos

Vizcaya dispone, con un mes de retraso sobre lo habitual hasta ahora, de sus presupuestos para estea año, tras ser aprobados ayer definitivamente con el único apoyo de los nacionalistas (PNV, EA y EH) y el rechazo de PP, PSE e IU. El pleno de las Juntas Generales evidenció la brecha abierta entre los dos bloques de partidos, hasta el punto de que, por primera vez, el diputado general Josu Bergara no intervino para agradecer la aprobación. La sesión estuvo condicionada por la detención del juntero de EH, Sabin Del Bado.

La detención de Del Bado retrasó 45 minutos el inicio de la sesión, debido al documento que consensuaron los partidos nacionalistas, en el que se "lamenta" por la "distorsión en el normal funcionamiento de las Juntas" al tiempo que "denuncia su actual situación de falta de libertad" y "los criterios de oportunidad política" del arresto. No fue la única incidencia: los junteros del PP se vieron rodeados, durante casi media hora antes del pleno, por los representantes de EH que portando pancartas reclamando la libertad de su compañero.Este hecho motivó la apertura de una investigación por parte del presidente de las Juntas, Aitor Esteban (PNV), quien anunció la posible sanción a los junteros de EH. Carlos Olazabal, portavoz del PP, reprochó la actitud de Esteban y la del "diputado general y el portavoz del PNV, que estaban tomando el café en ese momento y no han hecho nada". "Si no hay sanciones, estaremos en un proceso de degradación de las Juntas", agregó.

Con estos antecedentes, se habló más de ETA que de los presupuestos, tema único del orden del día. El titular de Hacienda, Javier Urizarbarrena, defendió las cuentas -tienen un monto global de 656.000 millones, que se quedan en 78.270 de gasto disponible- por su "expansión, creación de empleo y gasto social". Josu Montalbán (PSE), quien más se centró en el debate sobre las cuentas, reprochó la ausencia de un mayor gasto social citando el servicio de ayuda a domicilio, residencias de ancianos o la atención a enfermos de sida. Incidió en que los 3.000 millones modificados tras la negociación con EH "reducen en 1.250 la partida para compra de suelo industrial" y en "casi 700 millones la aportación para el metro".

Carlos Olazabal (PP) censuró especialmente el acuerdo con EH, al que calificó de "pacto de hierro", y dijo que las cuentas son "falsas y huecas". "Me gustaría que me expliquen por qué, por cuatro duros, lo apoya HB, si no es por una finalidad política". José Luis Conde (IU) recordó que EH había calificado las cuentas "de derechas" y que asume "los 144.000 millones de aportación al Cupo" al Estado, al tiempo que negó que los presupuestos "cumplan la política social que han propugnado". Txema Pico (EH) insistió en que "no son nuestros presupuestos", pero justificó su respaldo "por los grandes avances conseguidos".

Al finalizar la sesión, Bergara dijo que las cuentas suponen un avance en justicia social, ya que este gasto "que supera por primera vez los 27.000 millones", e incentivan la actividad económica. Recalcó que el acuerdo con EH "es específico, puntual y concreto" y lamentó la falta de acuerdo con el PSE, el otro partido en el que buscó respaldos, "por una falta de convicción que es esperable responda a una situación coyuntural".

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