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Llega la noche crítica

Los expertos dicen que no pasará nada, pero un equipo de 3.500 personas velará mañana para conjurar el efecto 2000

Cuando den las doce de la noche del día 31 de diciembre, en Madrid habrá un equipo de 3.500 personas, entre técnicos y responsables políticos madrileños, comandados por el consejero de Hacienda, Antonio Beteta, que estará pensando en algo más que la docena de uvas. Habrá llegado la hora de la verdad para los sistemas informáticos de la Comunidad y para los especialistas que se quedarán sin Nochevieja para que nada falle la noche en la que cambian todos los dígitos de la fecha de los ordenadores. Todos los servicios están garantizados, al menos eso es lo que dicen sus responsables. Pero, por si acaso se equivocan y algo falla, estarán preparados equipos de emergencia.

El agua.

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Para garantizar el abastecimiento de agua se han revisado 10.000 datos del Canal de Isabel II. Por si ello no fuera suficiente, se ha previsto operar manualmente en los conductos en caso de fallos imprevistos.

Metro.

El metro de Madrid pasó las pruebas del efecto 2000 en junio. Como la empresa estaba cambiando el sistema informático, se aprovechó la ocasión para adaptar los programas de 1.300 terminales informáticas, de los sistemas de señalización y de las máquinas expendedoras de billetes. De todos modos, el llamado mal del milenio tendrá su efecto sobre este sistema de transporte urbano, aunque las autoridades le resten importancia: las escaleras mecánicas y los ascensores de las estaciones interrumpirán el servicio y los trenes se detendrán en la estación en la que se encuentren entre las 23.45 del 31 y las 0.15 de la madrugada del primer día del año, para prevenir así cualquier paralización forzosa por fallos. Estarán alertas, en tanto, alrededor de mil trabajadores, casi el doble de los que trabajan en el metro un fin de semana normal, mientras transcurre el control técnico de las 0.05, que, de completarse con éxito, permitirá que todo vuelva a la normalidad 10 minutos después. Como banco de pruebas, los responsables del metro usarán el sistema de transporte subterráneo de Hong Kong. Según explican, éste es tecnológicamente semejante al de Madrid y pasará la "prueba de fuego" siete horas antes.

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Autobuses.

La Empresa Municipal de Transportes (EMT) no tiene previstas modificaciones en sus horarios de servicio a causa del efecto 2000. Los búhos funcionarán normalmente y no se espera ninguna alteración.

Sanidad.

El Insalud completó con éxito un simulacro en el hospital Clínico de Madrid el pasado 18 de diciembre. El presidente del instituto, Alberto Núñez Feijoo, siguió de cerca los controles en un equipo de análisis de sangre, un registro de cita médica, una prueba diagnóstica de radiología y un electrocardiograma en el sector de cuidados intensivos. En todos los casos se obligó a los equipos a operar con una fecha hipotética correspondiente al nuevo año. Con éxito. Tanto el hospital general Gregorio Marañón como los centros de transferencia de El Escorial, Guadarrama, Leganés, Villa del Prado y el complejo psiquiátrico Cantoblanco pasaron los controles parciales que pusieron a prueba 5.000 sistemas empotrados de 350 empresas informáticas proveedoras. "Los que mostraron funcionamiento defectuoso fueron separados, aunque no todos ellos se reemplazaron", informó Blas Labrador, responsable de los servicios informáticos de la Comunidad. Tres mil trabajadores adicionales estarán destinados a los centros de salud en la noche crítica, y el Insalud ha diseñado planes especiales de contingencia para evitar sobresaltos en el suministro de agua y energía eléctrica, así como en el abastecimiento de medicinas y alimentos para los pacientes.

Emergencias.

El equipo de coordinación de emergencias, en el número 112, estará alerta. Doce expertos informáticos vigilarán allí, desde los instantes previos al cambio de año hasta las cero horas del 3 de enero, que la transición se haga sin sobresaltos en este lugar clave para la recepción de mensajes.

Bancos y cajeros.

No habrá, al parecer, ningún colapso bancario. Dos ejemplos: Caja de Madrid y La Caixa aseguran que han preparado los sistemas informáticos para enfrentarse convenientemente a la "locura de los ordenadores". Ambas entidades bancarias han trabajado desde principios de 1997 para vencer al efecto 2000. Un total de 1.500 millones de pesetas ha invertido Caja de Madrid, y 2.000 millones, La Caixa. "Existe un plan para reforzar la operatividad de los cajeros automáticos. Los equipos de seguimiento que se encargan de controlar su buen funcionamiento se reforzarán", explica Nuria de Benito Hernández, de Caja de Madrid. Tan sólo en la capital, esta caja de ahorros posee 1.346 cajeros automáticos, que, según los especialistas de esta entidad, funcionarán como cualquier otro día. La Caixa también tiene a punto sus 370 cajeros en la capital. "Las pruebas garantizan normalidad en el mantenimiento del servicio al cliente", afirma María Rosa Gelambí, portavoz de esta institución. La Caixa, para evitar sobresaltos, ha revisado unos 50.000 programas informáticos. Además ha preparado un plan de emergencia. "Concentraremos en Nochevieja y los días 1 y 2 de enero un equipo de 200 personas en los servicios centrales de la entidad para vigilar que todos los procesos automáticos se desarrollen adecuadamente", dice Gelamí.

Teléfonos.

Un total de 23.000 millones de pesetas ha gastado Telefónica desde abril de 1997 para enfrentarse con el 2000, confiesa Paz Noriega, portavoz de la empresa en Madrid. Unos 600 empleados trabajan actualmente en el Proyecto Milenio, un plan para conjurar las repercusiones negativas del cambio de dígitos en los programas informáticos. "Telefónica ha puesto todos los medios para que la transición se produzca con el mínimo impacto para sus clientes", anuncia Noriega. La empresa sostiene que realizó en septiembre, en la región de Murcia, un ensayo de la situación que previsiblemente se presentará en la madrugada del 1 de enero. El resultado fue rotundo: no se produjeron incidentes. Los usuarios, ni se enteraron. A pesar de ello, Telefónica ha elaborado un "plan de contingencias" a fin de contrarrestar posibles fallos. Telefónica consultará, a medida que avance la noche, a otras operadoras europeas para coordinar incidentes posibles.

Electricidad.

"Estamos preparados", resume Cristina Martínez, portavoz de la empresa eléctrica Iberdrola. Durante los últimos años fueron inventariados, revisados y corregidos alrededor de 56.000 elementos de alta tecnología que podían presentar problemas en el tránsito al año 2000. Además, Martínez señala que, después de la fusión entre Iberduero e Hidroeléctrica Española en 1991, Iberdrola ha renovado casi completamente sus equipos informáticos. Por tal razón, "se han resuelto indirectamente gran cantidad de los problemas asociados con el denominado efecto 2000". Para minimizar los riesgos, Iberdrola ha invertido unos 800 millones de pesetas; sin embargo, planifica para la noche del 31 de diciembre un despliegue de más de un millar de empleados en toda España, el doble de los recursos disponibles habitualmente. La empresa eléctrica Unión Fenosa comenzó con la preparación para la noche crítica en abril de 1997. El proyecto comprendió seis fases y se ultimó en noviembre. "Podemos decir que no va a suceder nada distinto de lo que sucede en cualquier otro día del año", afirma Ricardo Castella, director de Calidad Cooperativa de Unión Fenosa. Pero, por si acaso, Unión Fenosa tendrá listo para la noche clave un equipo de empleados que atenderán cualquier imprevisto que pueda darse.

Barajas.

81 empleados se encargarán de vigilar en el aeropuerto de Barajas que el cambio de dígitos en los ordenadores no cree problemas en el aterrizaje y despegue de las aeronaves, informa F. Javier Barroso. Entre las once de la noche y la una de la madrugada del 1 de enero se reducirá la actividad aérea. Sólo están previstas cuatro llegadas y una salida (la mayoría, de cargueros) en esas dos horas, según informó ayer Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA). Este organismo ha creado un comité de contingencias que controlará el funcionamiento de los 43 aeropuertos de España. El aeródromo de Cuatro Vientos también estará alerta con ocho trabajadores de guardia. Entre los dos días se esperan en Barajas 1.145 vuelos.

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