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FÚTBOL 15ª jornada de Liga

El Rayo se pega un homenaje

Los de Vallecas fallaron menos de lo habitual ante un Málaga inoperante

El Rayo espantó ayer algún que otro fantasma, recuperó buena parte del crédito perdido y aplastó al equipo más vulgar que ha pisado Vallecas en lo que se lleva de temporada. El Málaga encajó cuatro goles como pudo encajar ocho, golpeado por un Rayo que le perdonó, claro, que ese es el primer mandamiento del equipo de Vallecas.Marcó el Rayo cuatro goles, cierto, algo que resulta inaudito en un grupo que en el medio del campo la sabe tocar, que encuentra el hueco, que se perfila, que amaga, que asusta y que falla, ahora sí, ahora también.Sin embargo, ayer falló algo menos de lo habitual y por eso subió al marcador aquel reluciente cuatro. Contreras, portero del Málaga, retrasó unos minutos la fiesta con un par de intervenciones de mérito. Pero insistente como es el Rayo, llegó el gol de Bolo. Nada había dicho hasta entonces el Málaga y nada dijo después, con la excepción del gol de Catanha, un tipo que vive exclusivamente para el gol, y que aprovechó el fallo de Cota para meter el pie. No está Cota en un momento dulce y por ahí suele agujerearse el Rayo. Sería absurdo negar que la lesión de Catanha le vino de vicio al Rayo, que lejos de amilanarse con el empate siguió haciendo sangre.

RAYO 4

MÁLAGA 1Rayo Vallecano: Keller; Estíbariz, Cota (Clotet, m.46), Hernández (Mandra, m.83), Alcázar; Ferrón, Helder, MichelI, Llorens; Luis y Bolo (Canabal, m.80). Málaga: Contreras; Rojas, Bravo (Sandro, m.73), Fernando Sanz, Valcarce; Ruano (Musampa, m.73), De los Santos, Movilla, Edgar; Luque y Catanha (Agostinho, m. 26). Goles: 1-0. M. 18: Ferrón cabecea hacia el centro y Bolo fusila con la izquierda. 1-1. M. 25: Catanha, a placer. 2-1. M. 37: Cabezazo de Hernández. 3-1. M. 79: Llorens, de cabeza. 4-1. M. 82: Cabezazo de Canabal. Árbitro: Iturralde González. Amonestó a Michel I, Valcalce, Edgar y Luque. Partido de la decimoquinta jornada de Liga. Unas 9.000 personas en el Teresa Rivero.

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Hasta ayer, la labor de Movilla y De los Santos en el Málaga invitaba al piropo. Repetimos: hasta ayer. Porque frente a ellos se plantaron Michel I y Helder, que se inventaron una actuación espectacular. El primero hizo de todo y todo lo hizo bien, fácil, al primer toque, mientras Helder aparecía aquí, allí, recuperando uno, dos, hasta quince balones.

Fallaba el Rayo lo que no falla nadie, pero como el Málaga se apuntó a la opción "No sabe, no contesta", el Rayo acabó dándose un homenaje en un partido donde el equipo de Vallecas hizo lo imposible por apostar por el fútbol y su rival, por decir algo, hizo lo imposible por apostar por la contemplación.

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