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El Mercosur admite que la caída del comercio este año puso en peligro su proyecto político

La cumbre de presidentes del Mercosur se propuso ayer lograr un "Maastricht del Cono Sur" que coordine sus economías y evite nuevas crisis financieras. El presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, afirmó que el bloque regional ha vivido este año "el periodo más difícil de su existencia". "La caída del comercio y de la actividad económica puso a prueba todo lo que representa este proyecto político", dijo ayer Sanguinetti.

Ante la cumbre del Mercosur (formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y con Chile y Bolivia como países asociados), el presidente de Uruguay no sólo habló de los problemas económicos y comerciales. Julio María Sanguinetti subrayó las circunstancias "muy difíciles e inéditas" vividas por "la irrupción" en la vida institucional "de una justicia de un país europeo que apareció adentro de la vida política" de dos de los Estados miembros, en alusión a las decisiones del juez español Baltasar Garzón contra el exdictador chileno Augusto Pinochet y varios jefes militares argentinos por violaciones a los derechos humanos.En el ámbito del comercio, el primer ministro de Uruguay propuso una mayor coordinación de las políticas macroeconómicas, con criterios comunes en materia presupuestaria, fiscal, de inflación y déficit, con el fin de evitar "sorpresas", como la devaluación del real brasileño, que ha perturbado los intercambios en la región y ha creado tensiones entre este país y Argentina.

"La necesidad de progresar en la coordinación de las políticas macroeconómicas para la consolidación de la unión aduanera", figura a la cabeza del documento de declaración final de la cumbre. Los presidentes se han comprometido a consolidar la integración regional a partir de un "Maastricht del Cono Sur", que logre esa coordinación macroeconómica y evite crisis financieras como la que ha afectado al bloque durante este año.

Para avanzar en la consolidación y profundización de la unión aduanera, el presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, aseguró que el 2000 "deberá ser el primer año de vigencia plena de la zona de libre comercio, con la finalización del régimen de adecuación de Paraguay y Uruguay, y con la necesaria definición de las reglas para la incorporación de los sectores azucarero y automotor".El presidente de Paraguay, Luis González Macchi, defendió un nuevo giro en el esquema de integración del Mercosur y la apertura de "otras compuertas" entre los países. También propuso el establecimiento de Tribunales Arbitrales Permanentes para la solución de controversias.

En la cumbre comercial estuvo también presente el presidente de Argentina, Carlos Menem, pero ayer abandonó Montevideo, junto a toda la delegación de su país, antes de la conferencia de prensa final.

Portavoces gubernamentales uruguayos explicaron que la partida de Menem estaba prevista apenas se hiciese la foto oficial de la cumbre, porque se iba a producir la votación del presupuesto en el Congreso argentino. En el curso de la reunión, Menem afirmó que "para el Mercosur es fundamental lograr un pequeño Maastricht, eliminar las asimetrías", y poner en marcha una moneda común.

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